Nadal sacó ventaja rápido, porque quebró el saque de Federer en el tercer juego del primer set; luego mantuvo su servicio y cerró el trabajo con otro quiebre que dibujó un contundente 6-3 .
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La historia comenzó de manera similar en la segunda manga: Rafa volvió a romper el servicio de su rival de entrada y se puso 3-0 en pocos minutos. Este contexto potenció los nervios del suizo, que enganchó muchas pelotas y se mostró contrariado. Por el contrario, Nadal se agigantó y borró de la cancha a su rival.
Con niveles tan dispares, el final se aceleró y el número uno del mundo redondeó la historia con un clarísimo 6-2 que es un verdadero golpe para Federer: no fue una simple derrota, más bien pareció la ratificación de que el suizo está en un inexorabble declive. Claro que su historia y su enorme riqueza técnica inhibe las sentencias definitivas.
Con esta victoria, el español amplía su historial favorable ante Federer: ahora están 15 a 8
La pésima noche del suizo se observó en la planilla del final del juego, que registró 38 errores no forzados.
(Infobae)