El sismo, que azotó este viernes la isla de Célebes, causó una gran destrucción. Las autoridades temen que el número de víctimas aumente aún más una vez se conozcan los daños en las áreas incomunicadas.
Los terremotos no dejaron de producirse desde entonces en la región y mantienen viva la tensión entre los habitantes.
El terremoto dejó a la región sin luz y comunicaciones, interrumpió el transporte por ruta y dañó miles de edificios. En las zonas afectadas soldados, técnicos de telecomunicaciones y transporte aéreo, médicos de la Cruz Roja y miembros de la Agencia de Búsqueda y Rescate continúan contra reloj la búsqueda de supervivientes.
Muchos habitantes de la ciudad durmieron en canchas de fútbol o en refugios improvisados, construidos con bambú, por temor a las réplicas del terremoto. Tras la tragedia, la gente buscaba sobre todo comida y un lugar donde cobijarse. Numerosas personas formaban largas filas de espera para obtener agua potable o fideos instantáneos.
El aeropuerto de Palu, que solo permanecía operativo para aeronaves militares y ayuda humanitaria,fue reabierto este domingo después de que se cerrara el viernes tras resultar dañado por el terremoto.
Mientras tanto en Facebook se activó el que se conoce como Safety Check. Un servicio muy útil para los usuarios encuentren información rápidamente de familiares y amigos que estén conectados a la red social en un desastre.