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Tras la reunión entre Trump y Putin, ambos coincidieron en que "fue un buen comienzo"

Los presidentes llegaron este lunes al Palacio Presidencial de Helsinki para una cumbre muy esperada en la que todas sus declaraciones y gestos son observados con lupa, en un escenario de tensión.

El presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se reunieron este lunes en Helsinki en una cumbre muy esperada en la que todas sus declaraciones y gestos serán observados con lupa.

"Pienso que tendremos al final una relación extraordinaria", declaró Trump frente a Putin. "Entenderse bien con Rusia es algo bueno, no algo malo", agregó el mandatario estadounidense. Al inicio de la primera cumbre bilateral, el presidente ruso afirmó que "llegó el momento de hablar en detalle sobre nuestras relaciones y sobre los distintos puntos de tensión en el mundo para que les prestemos atención".

"Las conversaciones se desarrollaron en una atmósfera franca y de trabajo. Las considero exitosas y muy útiles", dijo Putín en el marco de una conferencia de prensa conjunta luego del encuentro.

Con respecto a la supuesta interferencia rusia en la última campaña electoral estadounidense, el mandatario ruso aseguró que su país "nunca interfirió en la política interior de Estados Unidos". "Ni mucho menos en su proceso electoral", agregó.

En este marco, Putin aseguró haber hablado con Trump sobre la situación en Crimea, de la que espera del magnate estadounidense una actitud de diálogo y no de confrontación. Otros de los temas que tocaron fueron la crisis de Ucrania y la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán.

"La Guerra Fría terminó hace mucho tiempo. La época del antagonismo ideológico entre dos países ya es cosa del pasado. La situación en el mundo ha cambiado radicalmente", indicó el mandatario, tras las negociaciones que mantuvo con Trump.

"Quiero felicitar a Putin por haber organizado una de los mejores Mundiales de la historia", expresó el presidente norteamericano al comienzo de su discurso. Luego, remarcó el "productivo diálogo" que mantuvo con su par en Rusia. "Las relaciones con Moscú nunca habían sido tan malas; pero todo ha cambiado desde hace horas", señaló, sobre su encuentro cara a cara que duró más de dos horas.

De acuerdo al mandatario estadounidense, con la reunión en Helsinki se dieron "los primeros pasos" dentro de un "largo proceso" para mejorar las relaciones bilaterales con Putin. "Ambos países son responsables de la mala relación. Sí, dije que Estados Unidos siguió una línea insensata; pero sinceramente creo que lo hemos sido todos", aseguró, en relación al tuit que publicó horas antes del encuentro.

Por otra parte, el magnate no omitió la cuestión de la presunta participación de Rusia en las elecciones del 2016. "La investigación es un desastre para nuestro país. Nos mantuvo separados", señaló Trump, que reconoció que hablaron bastante tiempo del tema.

El avión de Vladimir Putin aterrizó a las 10 (hora local) en el aeropuerto internacional de la capital finlandesa, un día después de haber asistido en Moscú a la final del Mundial de fútbol que se celebró en Rusia.

Por su parte, Trump y su esposa Melania, que llegaron a Helsinki el domingo, comenzaron la jornada desayunando con el presidente finlandés Sauli Niinistö y su esposa Jenni Haukio.

El multimillonario estadounidense, que lleva 18 meses en la Casa Blanca, espera entablar una relación personal con el exoficial del KGB, que dirige Rusia desde el año 2000. Pero resulta difícil predecir qué tono adoptará Trump, conocido por su tendencia a la provocación.

Muchos diplomáticos y analistas temen que el presidente estadounidense haga una serie de concesiones a Putin, en cuestiones como la guerra en Siria o la anexión de Crimea por Rusia.

Pocas horas antes de la cumbre, Trump afirmó en un sorprendente tuit que las tensas relaciones entre Washington y Moscú se deben a "la caza de brujas" del FBI, que investiga la influencia rusa en las presidenciales estadounidenses de 2016.

El presidente republicano también dedicó reproches a su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama, acusándolo de no haber reaccionado antes al caso. "Creo en tener reuniones con Rusia, China, Corea del Norte. Nada malo va a resultar de eso y tal vez salga algo bueno", declaró Trump el domingo en una entrevista para CBS, en la que reconoció que acude a su cita con Putin con "bajas expectativas".

Putin por su parte no reveló sus expectativas ni sus objetivos sobre la cumbre con Trump. "El estado de las relaciones bilaterales es muy malo", dijo solamente su consejero Yuri Ushakov. "Debemos empezar a restablecerlas".

Siria tendrá seguramente un lugar destacado en las conversaciones entre los dos dirigentes. Trump está impaciente por distanciarse de ese conflicto y retirar a las tropas estadounidenses desplegadas en el país. Por el contrario, Rusia, que interviene en apoyo del régimen de Bashar Al Asad desde 2015, tiene más que nunca intención de desempeñar un papel clave en Siria.

Ambos líderes tienen cita a primera hora de la tarde en el palacio presidencial, en el centro de la capital finlandesa, que tiene una larga tradición de acogida de las cumbres Este-Oeste.

Se reunirán primero a solas con sus intérpretes en el palacio presidencial, antes de sumarse a sus delegaciones respectivas para un almuerzo. Al igual que sus predecesores demócratas y republicanos, Trump ya se entrevistó con Putin, pero esta vez el formato de su encuentro, así como el momento elegido, lo convierten en una cita aparte.

El encuentro se produce en un contexto particular, debido a la investigación realizada por el fiscal especial Robert Mueller sobre la interferencia rusa a favor de Trump en la campaña presidencial de 2016. Esta vivió un nuevo episodio espectacular a tres días de la cumbre, con la imputación de 12 agentes de inteligencia rusos acusados de haber pirateado los ordenadores del Partido Demócrata estadounidense. Trump prometió abordar el tema con su homólogo ruso, pero nadie se espera a que le pida explicaciones sobre lo ocurrido.

El inquilino de la Casa Blanca denuncia ser víctima de una "caza de brujas" en esa investigación, y en varias ocasiones pareció darle la razón a Putin, que niega cualquier interferencia en las elecciones, en contra del criterio de las agencias de inteligencia estadounidenses. Es la cuarta vez que un presidente estadounidense se reúne con su homólogo ruso en Helsinki, después de los encuentros entre Gerald Ford y Leonid Brézhnev (1975), George Bush y Mijaíl Gorbachov (1990) y Bill Clinton y Boris Yeltsin (1997).

Fuente: TN