Esta es la primera declaración de Mangeri ante el tribunal oral que lo juzga, luego de dormirse durante la lectura de las acusaciones en la primera audiencia. El portero -procesado por abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa agravado y femicidio agravado por haber sido cometido criminis causa (para ocultar el primer delito)-acusó que la Policía "lo apretó" y que fue "presionado" y "amenazado" por un jefe policial como autor del asesinato.
De acuerdo a las declaraciones del imputado, recibió amenazas la mañana del 13 de junio de 2013 por parte de un hombre armado que le habría dicho: "Hijo de puta, sabés lo que tenés que hacer. Andá a declarar y hacete cargo o te va a pasar lo peor".
El abogado de Mangeri ya había anticipado que su defendido estaba dispuesto a prestar indagatoria. "Voy a contestar todas la preguntas", dijo el acusado, cuyo planteo de nulidad del caso fue rechazado por el juez Fernando Ramírez y sus colegas Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas.
El TOC 9 le dio lugar al portero (quien aún se encuentra declarando) para defenderse. Tras el cuarto intermedio,deberá explicar cómo le hicieron las lesiones de raspones y quemaduras que tenía en su cuerpo (pecho, brazos y espalda) y que –denuncia- se las provocó la Policía, mientras que otras son producto de sus trabajos de carpintería.
Una posibilidad es que también comiencen a declarar algunos de los 200 testigos del caso. En ese caso, serán los padres de la víctima quienes primero expondrán sus versiones sobre el hecho y brindarán detalles del día de la desaparición de su hija, quien fue estrangulada y arrojada a la basura.
No obstante, el tribunal hace foco en las declaraciones de la esposa de Mangeri, Diana Saettone, quien todo el tiempo se mostró firme y defendió la inocencia de su esposo pese a existir contradicciones en su relato sobre qué hizo y donde estaba el día del asesinato de Ángeles. La Justicia aún sostiene la hipótesis de que el detenido intentó abusar sexualmente de Ángeles y, ante la resistencia de la joven, la estranguló hasta la muerte.
Infobae