San Lorenzo de Ullum y Unión de Villa Krause jugaban el partido de ida de los cuartos de final de la Primera B local. El partido estaba empatado 1 a 1 y el reloj marcaba los 35' del complemento cuando todo se desmadró.
El público local estaba molesto por la actuación del árbitro que había expulsado a dos jugadores de San Lorenzo y explotó. Los jugadores no colaboraron y el árbitro Gabriel Montilla, que fue agredido por los jugadores del equipo de Ullum, suspendió el partido porque no estaban dadas las garantías para que continúe.
Lo peor llegó minutos después. Unión se fue rápidamente al vestuario y recibió las agresiones cuando intentó dejar el estadio en el colectivo. La movilidad de la visita fue atacada a piedrazos y explotaron algunas ventanas. El más perjudicado fue Ernesto "Pipo" Morales, ayudante de campo del Azul, que terminó con una esquirla de vidrio en uno de sus ojos.
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Morales tuvo que ser intervenido de urgencia para extraerle ese pequeño cristal y se recupera en su domicilio. El agredido señaló que fue un momento complicado el que le tocó vivir pero se mostró tranquilo porque la lesión pudo haber sido mucho más complicada.
Ahora todo quedará en manos del Tribunal de Penas de Liga Sanjuanina de Fútbol que deberá resolver que sucederá con esta serie. El árbitro hizo su informe y en los próximos días se conocerá el fallo. Vale recordar que Unión y San Lorenzo, además de completar el partido, deben jugar la revancha de la serie de cuartos de final.