La edición 2011 del Dakar debería haber significado un grna avance en lo tecnológico y en las posibilidades de que los sanjuaninos estén más arriba en la general. Sin embargo, los problemas en el buggy holandés sumaron su segundo consecutivo. El lunes se había roto la suspensión, debido a un toque desde atrás por parte de otro participantes. Ayer, el motor sufrió inconvenientes en plena carrera, antes de llegar al waypoint 6.