Primer mandamiento: No usarás el celular Que tus horas de entrenamiento sirvan como una limpieza digital. Así que nada de llamadas ni mensajes de Whatsapp ni ningún ruido molesto que perturbe la concentración de otras personas. En caso de que utilices aplicaciones para hacer ejercicio, entonces bájales el volumen el mínimo y sé lo más discreto posible. Segundo mandamiento: No serás baboso con las mujeres La mayoría de las mujeres van al gimnasio a seguir su rutina de ejercicio, no a buscar a su próximo pretendiente. Si la molestas mientras realiza un set de sentadillas, te aseguramos que lo último que conseguirás es su teléfono. Controla tus impulsos. Y en caso de que sientas que no puedes dejar la posibilidad de hablarle a una mujer que te robe el aliento, sigue muy cuidadosamente estas normas. Tercer mandamiento: No practicarás ni permitirás el Gym Bully Puedes tener el mejor cuerpo de todo el gimnasio, ser el más experimentado y sentir que la mayoría de las máquinas te proponen retos físicos sumamente sencillos. Pero en algún momento fuiste un novato, y cuando un idiota te veía con mirada de burla o condescendencia, seguro no te lo tomabas muy bien. No repitas ese patrón. Respeta a los demás, no hay excepción. Cuarto mandamiento: Recogerás siempre tus discos de la barra No todas las personas levantan el mismo peso que tú. Por eso, es un acto desconsiderado dejar dos discos de 20 kg en la barra de press, por ejemplo, pues dificultará el inicio del ejercicio al siguiente que la utilice. No seas perezoso: al terminar con un aparato, déjalo como estaba, sin peso. Quinto mandamiento: Limpiarás el sudor de tu equipo Aplica la misma norma de respeto y de mantener las máquinas en el mismo estado en que las conseguiste. Nadie quiere sentarse sobre el sudor de otra persona, no hay que pensar eso dos veces. Sexto mandamiento: No acapararás Estar 50 minutos sentado en una misma máquina, sin dejar que otro la aproveche, no solo es de muy mala educación, es también una acción estúpida. El ejercicio de basa en la rotación. Realiza tus rutinas intercalando los movimientos, y así puede luego regresar a las máquinas que ya has utilizado sin tener que permanecer demasiado tiempo en una sola. Séptimo mandamiento: Esperarás tu turno Tampoco puedes caer en el otro extremo: no esperar a que la persona que está utilizando la máquina termine para meterte y hacer algún ejercicio que, por muy rápido que sea, molestará al que tiene el turno. Espera. A todos nos toca de vez en cuando hacerlo. Y respeta los espacios personales de cada uno. Octavo mandamiento: No harás sonidos molestos, por mucho esfuerzo que emplees Sí, cargar peso conlleva esfuerzo, y a veces eso origina ruidos…. pero los demás no deben compartir tu sufrimiento. Bájale dos a tus gritos, o bájale el peso a tus ejercicios. Noveno mandamiento: Controlarás tu ego No se trata de un desfile de moda ni de una competencia de fisiculturismo. Entendemos el uso del espejo para controlar tus movimiento y mirar tu progreso (y, sí, verte bien es un motivador esencial), pero no exageres. No caigas en el exhibicionismo. Menos en el gesto de ver tus abdominales cada 5 minutos (eso hazlo en tu baño). La modestia debe ser la norma. Décimo mandamiento: Te vestirás apropiadamente Nada de ropa sucia, vieja o la que utilizas para dormir. Tampoco caigas en el uso reiterativo de las mismas prendas que desgastarás. Vístete apropiadamente, punto y final. Fuente: untiposerio