El gobierno y la ONU firmaron el convenio que fija los nuevos controles ambientales el 12 de septiembre pasado. Allí se estableció que el organismo auditará el funcionamiento de las minas Casposo, Gualcamayo, Veladero y Lama-Pascua.
Además de la auditoría externa el gobierno de la provincia mantiene sus propios controles ambientales y ya comenzó el trabajo para la elaboración de un detallado inventario de glaciares. De acuerdo a este inventario, los especialistas ya determinaron que no hay yacimientos mineros asentados en zonas de glaciares.
La ley de glaciares que aún está siendo cuestionada ante la Justicia establece la prohibición total de cualquier actividad humana en zona de glaciares y periglaciares, esto incluye a las actividades de construcción de minas y la extractiva propiamente dicha.
Desde un principio la provincia se negó a ala aplicación de esta norma ya que desde el aspecto jurídico se considero que viola las autonomías provinciales. Además desde lo puramente técnico siempre se criticó que el texto en cuestión no define de forma acabada qué se considera como territorio de glaciar y qué se debe considerar como periglaciar.