El historiador Mario Carelli, los voluntarios: María José Barbero, Marcela Santandreu, Marcelo Giménez, Mario González, Alejandro del Cid y Eduardo Roldán junto a los representantes de la prensa: Marcelo Báez de Turismo con Voz de Radio La Voz, Iván Páez de San Juan 8 y la revista TODOAVENTURA conformaron el grupo de trabajo. También fueron de la partida una patrulla de cinco integrantes pertenecientes al Escuadrón 26 Barreal de Gendarmería Nacional que se unió al grupo en el refugio de Laguna Blanca. Otro importante apoyo institucional fue dado por la Municipalidad de Calingasta.La presencia del historiador no fue casual sino que obedeció al hecho que también este año se conmemora el 80 aniversario del primer ascenso hasta su cumbre lograda por aquella legendaria expedición polaca integrada por Víctor Ostrowsky quien junto a tres de sus compañeros fueron los primeros en alcanzarla el 18 de enero de 1834. Este antológico equipo también logró, entre otras, las cimas de más de 6000 msnm del Alma Negra, La Ramada, La Mesa y fueron los primeros en escalar el Aconcagua por la pared este a través del Glaciar de Los Polacos denominado así en su honor. En el libro “Más alto que los cóndores” Ostrowsky relata al detalle esta histórica travesía.Ya en su segunda jornada, y tal cual lo planeado, alcanzaron el Arroyo Turquesa (toma así su nombre debido al color azulado de sus aguas y eso se debe a que contienen una parte de cobre) de belleza inigualable contrastando con el ocre predominante de la cordillera de Los Andes. Un lugar que no puede dejar de visitarse.Con algunas bolsas de residuos sobre las espaldas el grupo regresó al campamento al atardecer. El agobiante frio fue compensado con el “amor del fuego” y el esfuerzo con un “rico asadito a la luz de las estrellas”. Así cerraron la jornada del segundo día de expedición.Al amanecer del tercer día con la satisfacción del deber cumplido emprendieron el regreso con su carga para dejarla en Barreal, en la Municipalidad y sí dar por terminado con esta noble y silenciosa tarea de cuidar nuestra montaña. Por: Eduardo Rivas