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La bruja más peligrosa del siglo XX fue "castigada"

Los fenómenos paranormales, poltergeist, fantasmas, demonios, etc.

Son temas que siguen marcando tendencia hasta en el presente siglo XXI, un siglo en el cual las dudas y teorías sobre lo que existe más allá de la muerte y del conocimiento humano sobre el alma y el ocultismo mantienen la expectativa fantástica en las mentes de todos nosotros, a pesar de la cantidad de explicaciones científicas y objetivas que día a día se dan acerca de sucesos que aparentemente no tienen explicación. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué será así? ¿Existirá la posibilidad de que una parte del ser humano, aburrida de la objetividad, deseea encontrar un mundo lleno de magia y fabulosos mundos alternos? Con el caso que hoy nos atañe, la pregunta retumba en nuestra ment,e haciéndonos creer que posiblemente no estemos tan alejados de la realidad al creer en algo más que hechos comprobados.

 

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La niñera a la que llamaron bruja

 

Roma, Italia, un encantador destino turístico para aquellos que disfruten su amplia historia, el atractivo arte sacro y demás riqueza cultural que posee, fue testigo de un misterioso caso que hasta nuestros días se ha convertido en objeto de duda y superstición.

 

En el año 1982, una joven de 20 años de origen escocés fue acusada de brujería, asesinato y piromanía a raíz de un incendio, supuestamente provocado por ella, en el que falleció una menor de nombre Agnese. Carole Compton comenzó a trabajar para la familia Ricci como niñera después de haberse mudado con su novio a Roma; su empleo duraría sólo unos pocos días.

 

Sin embargo, durante su estadía comenzaron a presentar sucesos sumamente extraños que involucraban cuadros religiosos cayéndose e incendios que se provocaban misteriosamente cada vez que Carole estaba cerca, por lo que la familia decidió despedir a la joven cuando un último incendio se llevó a cabo en la habitación de uno se los niños. Posteriormente, Compton fue contratada por la familia Tonti para ejercer nuevamente de niñera.

 

Esta familia vivía en la casa de los abuelos en la isla de Elba, la abuela Tonti era una mujer extremadamente supersticiosa, hecho que propició la tensión en la casa, ya que continuamente señalaba que Carole no era de su agrado.

 

Los inexplicables fenómenos siguieron a Compton, el incendio de un colchón, estatuas religiosas destruidas, objetos lanzados fuera de la casa y demás anomalías provocaron que la abuela incomodara a la joven llamándola “strega” (bruja) cada vez que la tenía cerca.

 

Los extraños acontecimientos continuaban intensificándose, hasta tal punto que Carole llegó a escuchar rasguños en el interior de la casa sin saber de dónde provenían o qué los provocaba.

 

No obstante, el punto crítico llegó cuando uno de esos misteriosos incendios alcanzó a la más joven de la familia, la pequeña Agnese quien murió estando en su cuna, la familia Tonti llamó a la policía y acusó a Carole haber iniciado aquel incendio.

 

La detención y el juicio de las brujas en pleno siglo XX

 

La policía detuvo a Carole para interrogarla y la llevaron a la prisión de Livorno. Sin embargo, no obtuvieron mucha información, ya que Carole afirmaba no saber qué sucedía o cómo es que se provocaron aquellos incendios.

 

El caso se dio a conocer por la prensa con el titular de “La niñera a la que llamaron bruja”, creando gran controversia, ya que parecía que se estaban adentrado en un juicio al viejo estilo de la paranoia de Salem.

 

Rápidamente, Compton fue captada por expertos y parapsicólogos que quisieron contactarla y ayudarla en el juicio en su contra. Sin embargo, ella negó la ayuda porque temía que se le considerase una persona involucrada en el ocultismo.

 

La chica estaba segura de que no poseía ningún poder psíquico o paranormal, hecho que aseguraba en los interrogatorios. Incluso se intentó recrear un incendio, pero no se obtuvo éxito.

 

En sí, nadie había sido testigo de que ella pudiese provocar alguno de estos acontecimientos. Los expertos forenses atestiguaron que algunos de los incendios, como el del colchón, no pudieron haber sido provocados por alguna fuerza externa o a manos de una persona, debido a que habían surgido por una especie de calor intenso que se intensificaba de alguna forma por sí solo.

 

En Diciembre de 1983 enfrentó el juicio, tras haber estado en prisión durante 16 meses. La superstición y la paranoia de los miembros del jurado provocaron que Carole fuera encerrada en una jaula durante el juicio. Se le consideró inocente de las acusaciones por intento de homicidio y culpable por incendio intencionado, la pena consistía en permanecer dos años y medio en prisión. No obstante, esta sentencia fue revocada, ya que se habían cumplido 16 meses de su estadía en este lugar.

 

Tras su liberación, Compton decidió alejarse de los medios de comunicación hasta 1990 cuando publica un libro sobre su experiencia titulado “Superstición: La verdadera historia de una niñera a la que llamaron bruja”, el cual no obtuvo gran impacto. La joven vive actualmente en Yorkshire, Inglaterra, con su esposo.

 

Curiosas coincidencias en un lugar religioso

 

El caso de Compton dejó de ser un acontecimiento aislado para el año 2004, cuando se dieron nuevos testimonios sobre aparatos electrodomésticos que se incendiaban espontáneamente en Sicilia.

 

Tras investigar a fondo una posible carga electromagnética, los encargados de la investigación no pudieron explicar estos hechos. Un experto en exorcismos del vaticano, el padre Gabriel Amorth, afirmó que la Iglesia Católica romana estaba considerando que, posiblemente, la ciudad estaba siendo atacada por demonios.

 

Fuente: supercurioso