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A partir del caso del presidiario José Luis Alé Maldonado, asesinado en su celda del Penal de Chimbas el pasado 21 de junio, se realizó un allanamiento interno y se endurecieron las exigencias para ingresar al Servicio Penitenciario a las visitas. En este marco, mujeres que están presas decidieron hacer una huelga de hambre como protesta a estas nuevas medidas.
Son 26 mujeres las que decidieron dejar de alimentarse desde este lunes con la comida que les brindan en el Penal. De ellas, 7 son del fuero local mientras que 19 son de la Justicia Federal. Para asegurar el estado de salud de las presidiarias pese a la medida que tomaron, les realizan chequeos médicos dos veces al día.
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El motivo de la protesta es por el ajuste en la requisa que se le realiza a las visitas de los internos. Esta medida de prevención fue tomada por el Gobierno Provincial a partir del allanamiento que realizaron en los pabellones en los cuales secuestraron 300 celulares que se utilizaban para cometer delitos desde la cárcel.
Por el resultado del operativo interno -a partir del homicidio de Alé Maldonado-, 38 penitenciarios fueron relevaros de sus cargos, entre ellos el subdirector, prefecto Mario Videla -la jerarquía más alta del establecimiento-; el subprefecto - jefe de cuerpo-; y los cuatro alcaides mayores.
Leé: "La persona que visite a un interno del Penal e ingrese un objeto prohibido, no podrá entrar nunca más"
Es por esto que las autoridades decidieron extremar los requisitos para los visitantes de los presidiarios y cualquier persona que ingrese al Servicio penitenciario con algo que está prohibido por el reglamento, tendrá suspensión definitiva, según manifestó el ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi.