Aunque tenían más o menos preparado el botín improvisado, en el cual estuvo incluida una botella de cerveza, los ladrones tuvieron la mala suerte de ser descubierto por los vecinos de la casa santaluseña que intentaban robar. Dos de ellos pudieron fugarse cuando se dieron cuenta que el perro ladraba en señal de alarma, pero uno de ellos cayó en las manos de los justicieros que intentaron lincharlo, dándole una paliza tremenda. A tal punto que no solo llamaron a la policía sino a la ambulancia y así el ladrón terminó internado por lesiones severas.