Una adolescente tomo unas copitas de más, se hizo la graciosa, metió la cabeza dentro de un caño de escape (lindo lugar eligió) y nunca más la pudo sacar.
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Una adolescente tomo unas copitas de más, se hizo la graciosa, metió la cabeza dentro de un caño de escape (lindo lugar eligió) y nunca más la pudo sacar.
Creo que casi todos nosotros hecho hemos algo tonto (alguna boludes dicen por mis pagos) después de tomar unas cuantas copas de más, y para Kaitlyn Strom, de 19 años de edad, eso significaba probar si su cabeza cabía dentro del tubo de escape de un camión.
Al final de su experiencia Kaitlyn, no solamente descubrió que su cabeza, si cabía, en el escape, sino también que no podía volver a sacarla.