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La nueva línea de asistencia está destinada a proyectos de optimización del consumo energético (por ejemplo, con la instalación de paneles solares), desarrollo de energías renovables, tecnología de información y comunicación, minería no metalífera, manufactura de origen industrial y manufactura de origen agrícola. Las empresas beneficiarias pueden ser locales o foráneas, pero deben ejecutar su iniciativa en San Juan.
El monto disponible asciende a la jugosa suma de 1.000 millones de pesos y se entregará a través de la Agencia de Desarrollo de Inversiones, que será la autoridad de aplicación. De acuerdo al perfil del proyecto, el Estado financiará hasta el 80 por ciento y el resto correrá por cuenta y orden del inversor.
El dinero se entregará en forma de crédito fiscal. Es un papel o documento que la empresa en cuestión podrá utilizar para pagar impuestos locales de cualquier índole. Aunque si la firma no tiene deuda alguna, los podrá comercializar y hacerse del dinero para aplicarlo al desarrollo del proyecto.
La ayuda es inversión real y ni menos que un subsidio del Estado, ya que los beneficiarios no deberán devolver ni un peso. Lo que sí, hay dos requisitos excluyentes a cumplir: que el proyecto a ejecutar genere fuentes directas de trabajo y que garantice la compra de insumos hechos en la provincia, de manera de asegurar la continuidad de la mano de obra que ya existe en la industria y el sector agrícola.
Las dos condiciones tienen el mismo espíritu: fortalecer el mercado laboral. Se trata de un tema que Uñac levanta como una de las banderas de su gestión. Desde el minuto cero, ante los avatares de la economía nacional, ha destinado fondos a preservar los puestos de trabajo mediante subsidios y créditos para casi todos los estamentos de la economía de San Juan.
El plan se suma a las tres líneas de crédito por 550 millones de pesos que la administración uñaquista lanzó hace un par de semanas con el Banco San Juan, con el mismo objetivo. Esto es, darle herramientas al sector privado para que mejore su competitividad y no prescinda de trabajadores.
Las medidas conducentes a cuidar el empleo le han permitido a San Juan contener la desocupación, que hace mella en muchos distritos del país. Los números oficiales así lo revelan. Mientras el índice promedio de desempleo en el país supera el 9,1 por ciento, aquí está en 4,17 por ciento de la población económicamente activa.
El nuevo mecanismo de asistencia funcionará de la siguiente manera: la empresa que quiera acceder tendrá que presentar un proyecto para ampliar su producción, hacer más eficiente su consumo energético o encarar un nuevo emprendimiento; una comisión evaluará la propuesta y si es aceptada, recibirá los créditos fiscales.
Si la demanda supera el monto disponible, tendrá ventaja la iniciativa que más se ajuste a la meta oficial. Significa que la prioridad será de los que más puestos de trabajo creen y de los que más insumos o productos locales propongan comprar para montar el proyecto y mantenerlo durante su vida útil.