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Así es el "chip sexual" que se pusieron Carmen Barbieri, Goycochea y Cathy Fulop

Hace unos años que se escucha hablar del chip sexual. La primera que se animó fue Carmen Barbieri: además de hacerse varios tratamientos para adelgazar, se había ocupado de alimentar su libido a través "del chip sexual", como lo llamó. Más recientemente se admitieron como usuarios Catherine Fulop y Sergio Goycochea.

Esta tendencia se explica porque el tratamiento, que hasta hace poco era furor en Miami, Meca de la adoración por el cuerpo, está comenzando a fabricarse en la Argentina, factor que lo hizo viable en cuanto a precios.El chip sexual no es ni más ni menos que un chip de testosterona, del tamaño de un grano de arroz, que se coloca debajo de la piel y a la altura de la cadera, en una intervención muy sencilla que dura diez minutos y sólo requiere de anestesia local. Sirve tanto para hombres como para mujeres. Y por más que se lo asocie a la actividad sexual, según especialistas y pacientes lo que realmente ofrece el chip es un incremento de la energía física y mental que produce un bienestar generalizado. Se trata de un chip de diseño, lo que permite que en ese "grano de arroz" se pueden colocar el tipo de hormona que cada paciente necesite. La doctora Andrea Miranda, directora médica de la Sociedad Argentina de Estética y Nutrición Integral (SAENI) y de CipSalud, cuenta que el origen del chip se dio en la medicina ortomolecular, rama que se refiere al uso de sustancias de origen natural para tratar enfermedades. "Se utilizan hormonas bioidénticas, que se obtienen de fuentes botánicas. Ocurre que en el proceso normal de envejecimiento, disminuye la función hormonal. El pellet subdérmico de testosterona -su denominación médica- es una alternativa eficiente para revertir ese proceso. Introducimos en el cuerpo testosterona en su forma molecular natural, sin alterar la fisiología normal. Se aplica en el tejido celular subcutáneo y los efectos comienzan a sentirse a partir de los 15 días. Sus beneficios duran aproximadamente seis meses, ya que la hormona se libera de manera gradual", explica, y aclara que "en algunos pacientes, su duración es incluso mayor".

CUÁNTO CUESTA?¿Y cuanto sale el "chip sexual"? La doctora Miranda -en la foto muestra el chip, poco más grande que "un grano de arroz"- ofrece un panorama de precios.

Para mujeres, es de us$ 350/us$ 500 y de us$ 700/us$ 1.000 para los hombres (en criollo, ronda los $ 15.000).

En el caso de la vacuna sexual -hay que hacer una aplicación una vez por semana durante dos meses- tiene un valor aproximado a los $ 7.000.

-¿Existen diferencias en el funcionamiento del tratamiento entre mujeres y hombres?-Lo que varía es la cantidad de miligramos que se colocan. El chip está indicado para todas las personas mayores de edad que manifiesten agotamiento mental y físico, sobrepeso, envejecimiento extrínseco e intrínseco, con libido disminuida, en menopausia y andropausia (la menopausia masculina).A partir de los 30 años comienza a disminuir alrededor de 1% por año los niveles de testosterona -explica Miranda-, la principal hormona sexual en los varones. Los niveles bajos pueden causar cambios en la función sexual como la baja del deseo. En el caso de las mujeres, sigue, "las mujeres generalmente tienen menor cantidad de testosterona plasmática y por eso se utilizan chips de 100 mg. En el hombre generalmente se utilizan mayores cantidades, pero el tamaño del chip es prácticamente el mismo", asegura.Según Miranda, es un recurso femenino en la etapa premenopáusica y menopáusica: produce alivio de los sofocos, aumento de la densidad ósea y mejora del sueño.-¿Tiene alguna contraindicación?-En general, no. Podemos señalarlo como contraindicado en embarazo y lactancia, pacientes con antecedentes cardiovasculares y cáncer. Hay que tener presente que debe ser colocado por médicos capacitados en medicina ortomolecular que soliciten una serie de estudios, trabajando interdisciplinariamente con otros especialistas.Por su parte, el licenciadoLic. Patricio Gómez Di Leva, psicólogo y sexólogo, director de Respuesta Sexual y autor de Sexualidad Inteligente, cuenta que en su consultorio, donde atiende a personas de distintos sexos y edades y con problemáticas variadas; tanto el chip como la vacuna sexual son métodos positivos. "Yo los recomiendo porque investigué el tema y actualmente trabajo con varios médicos que se especializan en este tipo de tratamientos y veo muy buenos resultados en mis pacientes".-¿Qué diferencia hay entre el chip sexual y la vacuna sexual?-Son dos procedimientos diferentes. El chip es un pellets de tetosterona bioidéntica (de origen vegetal) que se inserta en la cintura y se va reabsorbiendo en un plazo de entre 4 y 6 meses. La vacuna anti age, también conocida como vacuna sexual, contiene antioxidantes, vitaminas y oligoelementos; se aplica una vez por semana durante un par de meses. Estos tratamientos ayudan a que el paciente se sienta mejor: una mente sana necesita de un cuerpo sano.-¿Cómo se modifica en relación a su autoestima el paciente?-No es apropiado generalizar en estos temas, pero lo que sí se observa en todos los casos de pacientes con problemas sexuales, es cómo estos disminuyen su autoestima. Ahí el sexólogo tiene que hacer un buen diagnóstico y acompañar el proceso. Resolver un problema sexual repercute favorablemente en la autoestima decualquier paciente.-¿Hay alguna edad o tiempo de pareja -un matrimonio de 20 años, por jemplo- en la que sea más recomendable?-En ese sentido, hay que aclarar que no es un tema de edad, ni tiempos de relación. Es recomendable cuando es necesario. Obviamente es mucho más probable que lo necesite una persona de 60 años que alguien de 20. Pero lo importante es aclarar que si una relación esta desgastada por el tiempo y la rutina, estos tratamientos no van a ayudar demasiado.-¿No se trata de un tratamiento milagroso, entonces?-No. Para cada persona lo más importante es un buen descanso, una buena alimentación, actividad física acorde a la edad y buenos estímulos sexuales. Les puedo asegurar que es un tema demasiado complejo como para que se resuelva sólo con un chip. El chip ayuda y en algunos casos mucho, pero no es un milagro. Es fundamental entender cómo funciona el deseo sexual. Para que aparezca necesitamos de los estímulos adecuados. A medida que van pasando los años vamos necesitando más estimulación y en los matrimonios muchas veces pasa lo contrario: se tocan menos, 'juegan' menos. Si te ocupás de sentirte mejor, pero en tu pareja no encontrás el estímulo que necesitas, probablemente termines encontrando a otro/a que disfrute junto a vos de los beneficios del chip. La medicina ortomolecular o biológica nos hace un aporte muy importante con estos tratamientos que se focalizan más en la prevención y en la calidad de vida que en la enfermedad.LA VACUNA SEXUALCarla Czudnowsky : "Vos tenés viagra, yo también puedo..."Hablando del chip sexual, no confundir con la vacuna... La periodista Carla Czudnowsky se atiende con el doctor Adrián Mobilia, especialista en cirugía plástica, y se declara una fanática de la vacuna sexual o anti age.La periodista, que tiene un amplio recorrido periodístico vinculado a temas de sexualidad, desde la época de Zoo y Kaos en la ciudad, cuenta que la vacuna son microdosis muy pequeñas de testoterona que no afectan al sistema endocrino femenino. "Lo que genera es un aumento de la libido, colabora en el descenso de peso, tenés más potencia si entrenás, y más pilas en general. Aumenta el deseo de todo y para las mujeres que pasamos la barrera de los 40 años, y que entramos en una etapa de descenso de cantidad de hormonas, es un estimulo genial", asegura.-¿Qué relación ves entre el empoderamiento femenino y este tipo de tratamientos enfocados al disfrute personal?-Creo que hoy la mujer se anima a decir "vos tenés el viagra, ok. Ahora yo también voy a hacer algo para disfrutar más yo. Esto no lo hacés pensando en el otro, esto es para estar más deseosa una, y desde ese lugar sí está emparentado con este momento que estamos viviendo las mujeres, que no solamente vamos y nos ponemos una vacuna sexual sino que lo podemos decir sin ningún tipo de prejuicio. Es completamente distinto al furor de los 90 y los 2000 de hacerse las lolas. Esto pone el foco en una.En pareja hace casi 20 años, Czudnowsky reconoce que no es un tema meramente sexual, es una cuestión de energía que circula por el cuerpo y te permite tener ganas de todo."En mi lista de cosas que tengo para hacer en el día, antes anotaba unos diez ítems y al final del día me daba cuenta que llegaba a hacer tres. Bueno, ahora puedo concretar esas diez cosas y encima agregarme más. Entre esas cosas, tengo más ganas de arreglarme, de hacer cosas para mí. En principio, cuando deseás algo, querés hacer algo por vos y vas y lo hacés: esa termina siendo la mejor versión de uno", concluye. Fuente: clarin

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