Hace unos días atrás, monseñor Pietro Parolin, el nuevo secretario de Estado del Vaticano, manifestó durante una entrevista que el celibato no es una cuestión de dogma de la Iglesia sino una [%(link0)]cuestión de tradición. Los lectores que participaron de la encuesta de sanjuan8, en su mayoría, coincidieron en que el celibato podría acercar más vocaciones al sacerdocio.
El tema sugiere un debate cada vez que está sobre la mesa. Algunos están a favor y otros en contra, más aún cuando la sociedad endilga al tema de la sexualidad en los presbíteros un panorama sombrío y desalentador. Lo cierto es que, la tradición de la Iglesia, promueve el celibato desde hace siglos y nada parecería hacer cambiar de opinión a la cúpula eclesiástica.
En la encuesta, donde participaron más de 1600 personas, el 64 por ciento (1025 votos) manifiesta que la anulación del celibato acercaría más vocaciones sacerdotales a la curia. Mientras que el 36 por ciento (576 votos) opina que la abstinencia de relaciones sexuales aleja a los hombres que quieren participar de la vida religiosa.
Monseñor Alfonso Delgado destacó que[%(link1)] “es algo tan asentado en la Iglesia y de tantos años que no creo que pase más allá del revuelo periodístico”.
