Mariano Cassanello
Mariano Cassanello
El comienzo del torneo dista muchísimo del que tuvo Colón en la segunda mitad del año pasado. En aquella oportunidad, el elenco Sabalero sumaba siete puntos sobre nueve en juego y muchos los definían como el equipo que mejor jugaba al fútbol en la Argentina. Sin embargo, con el correr de las fechas el rendimiento decayó y terminó sumando apenas 26 puntos, muy lejos de ser protagonista del campeonato.
Sin embargo, el que nunca decayó en su nivel fue Emmanuel Gigliotti, el delantero que llegó a mediados de año para reemplazar nada menos que a Esteban Fuertes y que en base a goles hizo olvidar al Bichi, anotando 12 tantos entre el Torneo Inicial y la Copa Sudamericana. En esta ocasión, nuevamente el artillero rojinegro se abstrae de la producción del equipo y sigue con su instinto depredador, marcando dos goles en tres partidos como titular, acrecentando su fama de romperedes, más allá de que en el último compromiso frente a Belgrano falló dos situaciones mano a mano con Olave, algo raro en él.Luego de la derrota frente al Pirata y con Estudiantes en el horizonte, el Puma charló con Ovación Radio acerca del particular momento que vive el plantel ante la falta de resultados, que además lo llevó a quedar eliminado de la Copa Argentina a manos de Platense. “Es difícil encontrar un justificativo para este arranque, sé que el equipo frente a Belgrano mejoró mucho y eso te deja un poco más tranquilo, e imagino que a lo largo del campeonato el rendimiento irá en alza. Por ahí la gente se confundió y pensó que Colón quería jugar como el Barcelona, por así decirlo. Porque los hinchas de todos los equipos tienen como modelo al Barcelona, y Colón hizo tres o cuatro partidos muy buenos en el arranque del otro campeonato y la gente se creyó que eso era Colón”, sentenció de manera muy realista. Para luego agregar: “Nosotros somos un equipo que debe correr, meter y tratar de jugar, pero no el fulbito que no es el que realmente pretende Colón. No es la idea nuestra manejar demasiado la pelota, ni jugar siempre al pie, pasa que muchos se quedaron con aquel partido ante Racing por la Sudamericana”. Cuando se lo consultó respecto a los motivos por los cuales Colón no pudo nunca alcanzar aquel rendimiento, explicó: “Realmente no lo sé, por ahí en ese momento Colón había conservado la base del campeonato pasado y no necesitaba tanto amoldarse. Como sí, por ejemplo lo precisaba Lanús que había cambiado el cuerpo técnico y varios jugadores, como así también ocurrió con varios equipos. En cambio en este torneo, todos los equipos arrancaron prácticamente con la misma formación porque no se puede incorporar tantos jugadores. —¿Pensás que fue un error modificar el sistema táctico con el que venían jugando el torneo pasado?—Pasa que en la pretemporada la línea de tres había funcionado, habíamos jugado con el Coritiba y Rafaela de buena forma, con la llegada de Mauricio (Romero) el técnico creía que podía rendir mejor desempeñándose como líbero. Yo particularmente me sentía cómodo jugando como único delantero, después en el partido con Lanús no fue así. A la hora de profundizar sobre el esquema de juego, expresó: “Más allá de jugar con un delantero no era tan defensivo, porque teníamos dos jugadores por afuera que en teoría iban a llegar mucho al área. Después quedó demostrado que no fue así y nos encontramos con Lanús que nos pasó por arriba. Y entonces te hace creer que uno hizo todo mal y en vez de haber perdido una fecha parecía que habíamos perdido diez partidos”. De la salida de algunos jugadores importantes como Diego Pozo y Sebastián Prediger, indicó: “Son momentos y la decisión es del técnico, pienso que si otro jugador está mejor debe entrar a la cancha. Lo importante es que el futbolista que debe salir sea consciente del presente futbolístico de cada uno y no ‘achancharse’ o bajonearse. Es normal que uno se fastidie cuando no juega, pero ese enojo tiene que servir para mejorar y no para tirar hacia atrás”. Otra de las cuestiones que abordó el ex atacante de San Lorenzo fue su momento personal que lo tiene como goleador del equipo y dijo: “Un delantero siempre tiene que convertir y en estos momentos yo me siento muy bien. Obviamente que uno siempre piensa primero en el equipo y duele cuando perdés y encima te toca errar dos goles. Siempre queda a la vista cuando el delantero erra y cuando el arquero se equivoca. Me pone contento cuando generamos muchas situaciones, y claro está cuando me toca marcar”.