"Me contactó María Celia García Álvarez, profesora nacional de Música y de Danzas Nativas y Folclóricas, que le puso música a una letra que cuenta de la Martina e hizo una cueca. Ella propuso que armemos un proyecto para declarar el día de su nacimiento, como el Día de la Mujer Cuyana" contó la diputada. "Por esto el profesor e historiador Alejandro Ravazzani se ha encargado de recopilar datos históricos y estamos próximos a presentar esto en la Cámara de Diputados", dijo.
Hay datos irrefutables. Uno es que Martina Chapanay nació el 22 de febrero de 1799 en el Valle del Zonda, en la actual provincia de San Juan. Ese dato lo confirma, después de un profundo estudio, el genealogista Luis César Caballero. Otro es que su tumba está en el cementerio del pueblo de Mogna, en Jáchal. Entre medio hay datos y relatos, que tienen la fuerza de la tradición popular y que, la gran mayoría, son coincidentes entre sí por más que la documentación es escasa.
Está claro que fue hija del cacique y caudillo huarpe Chapanay y de una mujer blanca, a quien algunos identifican como Mercedes González, una cautiva robada a fines del siglo XVIII.
Criada entre valles y montañas, aprendió naturalmente a orientarse y andar por esa geografía y también a montar y domar caballos, manejar el arco y las boleadoras.
"A partir de 1822, se habría incorporado a la montonera enrolándose en el ejército de Facundo Quiroga y participando en las batallas que dio el caudillo riojano. Después del asesinato de Quiroga, vuelve a la comunidad durante cierto tiempo, pero la política del centralismo porteño, que perjudica a los habitantes de las provincias, la conduce de nuevo a la lucha, incorporándose a las fuerzas del caudillo sanjuanino Nazario Benavídez", indica Alejandro Ravazzani. "Mantiene así su militancia federal, participando en la batalla de Angaco. En 1859, Benavídez es asesinado por los liberales sanjuaninos, aliados de Sarmiento, y Martina se suma a la montonera de Ángel Vicente Peñaloza, El Chacho. En 1863 cae asesinado el Chacho por las fuerzas de Mitre", repasa el historiador.
Cuenta la leyenda que en un baile, Martina se cruzó con Irrazabal, el asesino del Chacho, y lo desafió a duelo, diciendo: "¡Defendete porque te voy a matar, y te voy a matar de frente, como matan los hombres, y no como vos mataste al Chacho! ". Irrazabal, ante los primeros cruces con la montonera, huyó cobardemente
"Martina regresa a Valle Fértil, la zona de sus antepasados y ahí reside hasta su fallecimiento, probablemente en 1874, en la localidad de Mogna, Jáchal, San Juan, donde se conserva su tumba. Sus hazañas innumerables y heroicas han dejado un recuerdo imborrable en la memoria colectiva del pueblo cuyano. Su imagen de mujer valiente, entregada a defender a las familias más pobres y a reivindicar los derechos de esas provincias empobrecidas, perdura en el oeste del país, como una especie de Robin Hood criollo y federal", dice Ravazzani.
Y el historiador Hugo Chumbita sostiene que "la leyenda ha preservado en la región cuyana remotos recuerdos., anécdotas e imágenes que los pobres del campo trasmiten a sus hijos: la brava heroína de las travesías sigue presente, desafiando al olvido y a las injusticias contra las que se irguió su rebeldía".
Para fundamentar el proyecto, se ha consultado al doctor en sociología José Casas y al historiador Juan Carlos Muñoz, ambos sanjuaninos, y al doctor Hugo Chumbita, reconocido historiador nacional. Además se cuenta con el apoyo del Centro Tradicionalista de Mogna, de Jáchal.
Mendoza, especialmente el departamento de San Martín, tienen una relación directa con Martina Chapanay, ya que la región en donde la mujer solía moverse llegaba hasta esta zona. Uno de los distritos lleva su apellido, pero según los estudios, este nombre se debe a que los abuelos paternos de Martina ya estaban en esa zona.
Fuente: diario Uno