Como explica Beatriz Rodríguez, coautora del estudio, al Servicio de Información y Noticias Científicas SINC, "los conflictos en la adolescencia alcanzan el pico más alto al principio, descienden durante la adolescencia y vuelven a incrementarse en la adultez". De este modo, tras pasar el periodo más crítico al principio de la adolescencia, si la independencia de los hijos se posterga, puede derivar en diversos conflictos familiares. Así lo certificaron los investigadores de la Universidad de La Laguna a través de un estudio llevado a cabo en los últimos cuatro años basado en el seguimiento de 240 familias biparentales. El estudio también constató las diferencias entre los tipos de conflictos y las estrategias de resolución de los mismos a lo largo del tiempo. Mientras que en la etapa adolescente los conflictos llegan a través de los estudios, con más edad se centran más en los valores persona.