La multitud coreaba "larga vida al Papa", ondeando carteles y aplaudiendo varias veces mientras Benedicto XVI hablaba desde su ventana. El pontífice de 85 años, que renunciará el 28 de febrero, les agradeció en varios idiomas. En declaraciones en español, dijo a los más de 50 mil fieles que según el Vaticano estaban congregados el domingo: "Os suplico que continuéis rezando por mí y por el próximo Papa". No estaba claro por qué el Papa escogió el español para hacer esta referencia específica a su próxima renuncia en su alocución del domingo. Una serie de cardenales han dicho que estarían abiertos a la elección de un Papa del mundo en desarrollo, ya sea de América latina, Africa o Asia, en contraposición a un nuevo líder de los católicos provenientes de Europa, donde la Iglesia afronta una crisis y está cada vez más polarizada."Puedo imaginar que tomemos pasos hacia la elección de un Papa negro, un Papa africano o uno latinoamericano. Puedo imaginármelo", dijo el cardenal suizo Kurt Koch, un cercano asesor de Benedicto XVI. Tras su discurso, el Papa acudió al Palacio Apostólico del Vaticano para iniciar un retiro espiritual de una semana -programado previamente- y no hará apariciones públicas hasta el próximo domingo. En la parte de su discurso en la que habló en italiano, Benedicto XVI mencionó a la Cuaresma, el período en que los cristianos reflexionan sobre sus acciones y buscan concentrarse en la oración, y se refirió a las dificultades al tomar decisiones importantes."En momentos decisivos de la vida, o de mayor reflexión, en cada momento de la vida estamos ante decisiones cruciales: ¿Queremos escuchar al yo o a Dios? ¿Al interés individual o al Dios real?", inquirió. Por el bien de la Iglesia Desde su sorpresiva renuncia el lunes pasado, el Papa ha dicho varias veces que tomó una decisión difícil al convertirse en el primer pontífice en más de seis siglos en dejar el cargo por el bien de la Iglesia."Irónicamente él está mucho más en paz con su decisión, a diferencia del resto de nosotros, él no es alguien que se ve bajo presión fácilmente", dijo Greg Burke, importante asesor mediático del Vaticano."Creo que eso tiene mucho que ver con su vida espiritual y con quién es él y con el hecho de que sea un hombre tan devoto de la oración", sostuvo Burke a Reuters Televisión. El Papa ha dicho que sus fuerzas espirituales y físicas ya no son suficientes para mantenerlo en la tarea de liderar a los 1.200 millones de católicos romanos del mundo, en momentos en que la Iglesia atraviesa dificultades por una disminución de fieles. Ayer, muchas personas congregadas en la plaza de San Pedro consideraban que el pontífice era apenas una sombra del hombre que fue elegido para encabezar la Iglesia el 19 de abril de 2005."Recientemente, él luce más cansado, desorientado e inseguro", declaró Stefan Malabar, un católico italiano."Es algo que realmente tiene un efecto en uno porque el Papa debería ser una figura fuerte y autoritaria, pero en lugar de ello parece estar muy débil, eso realmente me conmueve", dijo. El Vaticano ha dicho que el cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI podría empezar antes de lo planeado originalmente, a fin de dar a la Iglesia Católica un nuevo líder para mediados de marzo. Unos 117 cardenales menores de 80 años serán elegibles para ingresar al cónclave secreto que escogerá al nuevo Papa. Las reglas de la Iglesia indican que el evento debe empezar entre 15 y 20 días después de que el papado quede vacante, lo cual ocurrirá el 28 de febrero. En tanto, el cardenal argentino Leonardo Sandri fue ayer criticado por sectores eclesiales locales por su formación junto a obispos de la dictadura militar.