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Parece el momento preciso de un vaticinio apocalíptico sobre el fin del mundo. Pero es el instante en el que Benedicto XVI lanzará al espacio virtual su primer tuit, declarando de ese modo solemnemente inaugurada su cuenta personal de Twitter, bautizada como @pontifex y que hoy, en sus primeras dos horas de vida, ya contaba con 130 mil seguidores. El Vaticano admitió que se barajaron otros nombres para la cuenta, pero que éstos ya estaban registrados.
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El Pontífice, que escribe sus libros a mano y que apenas utiliza el ordenador, decidió entrar en Twitter en busca de nuevos vehículos a través de los cuales difundir su mensaje, sobre todo entre los jóvenes. "Para entrar en comunión con los hombres y mujeres de hoy allí donde se encuentran", en palabras del arzobispo Claudio Celli, algo así como el ministro de Comunicación del Vaticano en calidad de presidente de Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales.
"Twitter es un nuevo mercado de ideas, y la Iglesia debe estar ahí", sentenciaba en la rueda de prensa de presentación de la cuenta en Twitter del Papa Gregory Burke, desde hace cinco meses asesor de comunicación de la secretaria de Estado vaticana y quien reconocía que la Santa Sede se había planteado también la posibilidad de que el Papa abriera una cuenta en Facebook, decantándose finalmente por Twitter. "No es el único medio, pero sí uno de los más eficaces. Lo sorprendente en realidad es que el Papa, que quiere difundir su mensaje, no estuviera ya en Twitter".
En sus primeros cuatro o cinco tuits, el Papa responderá a preguntas sobre la fe que le plantearán los usuarios a través de #askpontifex. La primera pregunta que llegó a esa hashtag fue en español: "Caro Papa: ¿Cuál es el centro de su mensaje? ¿Qué idea quiere que nos quede clara?".
Los tuits del Papa se considerarán a todos los efectos la palabra del Papa, aunque no será siempre Benedicto XVI quien los escriba. Ante la pregunta de si serán infalibles, el arzobispo Celli aseguraba esta mañana: "Serán magisterio papal". Los mensajes con un máximo de 140 caracteres que el Pontífice escribirá en Twitter representan para el Vaticano "píldoras de sabiduría" y estarán disponibles en inglés, español, italiano, portugués, alemán, polaco, árabe y francés.
El Papa no seguirá a nadie, al menos al principio, y tampoco responderá a quien le plantee directamente preguntas u otras cuestiones. "Pero seguramente seguirá con interés los debates y estará atento a cuáles de sus mensajes son más retuiteados y más difundidos", destacaba Burke.
Fuente: El Mundo.
