"Por dos coroneles ofrecieron un millón, ¿la vida de mi hijo vale menos?", dijo el papá de Sebastián Prado un joven médico que murió asesinado el 6 de este mes en la puerta de su vivienda en la Capital mendocina.
"Por dos coroneles ofrecieron un millón, ¿la vida de mi hijo vale menos?", dijo el papá de Sebastián Prado un joven médico que murió asesinado el 6 de este mes en la puerta de su vivienda en la Capital mendocina.
Este hombre destrozado por el dolor que le causa la muerte de su hijo se refirió de esta forma a la recompensa fijada por Gustavo Ramón De Marchi y Jorge Antonio Olivera, los dos ex represores que se fugaron del Hospital Militar de Buenos Aires después de recibir condenas por los delitos de lesa humanidad que cometieron en San Juan.
En declaraciones a Diario Uno de Mendoza el dolido padre opinó: “¿Quién pone la cifra de $50.000 para que se dé información sobre los presuntos asesinos de mi hijo? ¿Quién decide el monto y cuál es el valor de cada persona? Piense usted: por dos coroneles que escaparon del Hospital Militar de Buenos Aires el Estado ofrece $1.000.000 por cada uno de ellos ¿La vida de mi hijo vale menos? ¡Esto es lo que tenemos!”, dijo indignado.
Respiró hondo y habló desde la esperanza: “Vamos a salir adelante”, aseveró. “Lo lamentable es que mis dos nietitos se crían sin padre y para mí lo peor es haber enterrado un hijo.
Qué pasó con los profugos
Aún no hay novedades de los dos ex represores que se fugaron el 25 de julio pasado. Lo último que se supo es que los dos ex militares se habrían ido a Paraguay y la Justicia ordenó el embargo de los bienes de los dos prófugos y de sus esposas para evitar que tengan dinero para seguir huyendo.