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El kinesiólogo acusado de abuso sexual quedó en libertad con obligaciones especiales

Luego de haberse declarado inocente ante el juez Martín Heredia Zaldo, Fabián Luque recuperó la libertad con pedidos precisos del juez. Tiene prohibido acercarse a la víctima, entre otras cosas.

/// Por María Eugenia Vega

Luego de escuchar las explicaciones de Fabián Luque, el kinesiólogo acusado de abuso sexual simple contra una paciente, el juez preparó el escrito que lo dejó libre bajo palabra. En este caso, como se comprende que hubo un delito de tocamiento que no implica la presencia de agravantes, sino más bien es un acto deshonesto, el magistrado tenía la obligación por ley (contemplado en el artículo 119 del Código Penal) de concederle la libertad.

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Esto se produjo en el marco de obligaciones especiales que fueron impuestas por el juez; por ejemplo, Luque tendrá prohibido acercarse a la víctima a menos de 400 metros, según lo marca esa restricción perimetral. Además, no podrá salir de la provincia, ni del país mientras dure su proceso judicial. Por último, deberá firmar la caución juratoria para comparecer todas las semanas ante el juez, es decir que se tiene que presentar a firmar en el cuarto juzgado.

Luque había declarado durante horas ante el juez, luego de haber sido denunciado por una de sus pacientes de 40 años, quien aseguró que le tocó los pechos y la vagina, con el argumento de que debía realizar masajes descontracturantes en esa zona. "Hay maniobras de kinesiología que tengo que explicar bien para que el juez entienda", afirmó ante las cámaras de Canal 8 ante de ingresar al despacho judicial. Frente a Heredia negó su culpabilidad en el delito que le imputó: abuso sexual simple. Ahora recuperará su libertad.

Esta causa es muy compleja porque se trata de un tocamiento cuya fuerza de denuncia radica en el testimonio de la víctima, pero se sabe que existe una prueba física que fue parte de un proceso pericial y que provocó la detención de esta persona. En una conversación iniciada por el profesional, le habría preguntado a la mujer que por qué dejó de asistir a la consulta. Entonces, la víctima habría respondido en consecuencia, señalando que él sabía muy bien por qué no siguió asistiendo a su consultorio. Él habría respondido: "Sí, me re zafé". Esto sería un elemento crucial para la investigación.



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