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Hay que evitar que continúe el atraso cambiario pensando en 2019

Alfonso Prat Gay explicaba: "Ahora les pido a quienes nos reclamaban un ajuste ortodoxo, aún con 20 diputados menos y un millón más de pobres que hoy, cierren los ojos e imaginen por un segundo las consecuencias de lo que sugerían". "Gracias a Dios ganó el gradualismo". "Cambiemos de verdad".

Se refería a las imágenes violentas que sacudieron a la sociedad esta semana. La resistencia a los cambios económicos. Las patotas en la calle y la actitud de algunos diputados, conducidos por Leopoldo Moreau y Rossi que estaban dispuestos a boicotear las sesiones en el Congreso.

Contestó Javier Milei : "Alfonso , parece que tanto keynesianismo te ha bloqueado la capacidad de calcular costos y beneficios". "Mirá todos los costos que se pagaron por una reforma insignificante". "La señal ha sido genial e inútil". "Tu mente keynesiana cree que esto es un éxito ". " Todavía falta mucho ".

Ahora reflexionemos. Si en lugar de gradualismo se hubiera hecho una política de shock.

Incluiría masivos despidos en la administración pública, devaluación, bajas drásticas del gasto en todos los órdenes.

La pregunta es: ¿Aguanta el gobierno? ¿Con qué apoyos?

El gradualismo tiene como sostén el endeudamiento externo para evitar un shock de ajuste con fuerte malestar social y político.

El déficit fiscal consolidado nación y provincias cerraría en 6,5 % del PBI este año. La Reforma Tributaria enviada al Congreso no cambia demasiado estos números.

El gobierno envía señales de que continuará con la estrategia de eludir el shock de ajuste fiscal en 2018 y que el déficit se va a reducir en forma gradual. Para el año que viene estaría en el 6%.

Lo único que puede cambiar hacia fines del año próximo es si el mercado observa que Macri puede ser reelecto en las elecciones de 2019. Eso indicaría que no se van a cerrar los fuentes de financiamiento externo. Habría más confianza.

Recordemos que las metas del Banco Central, con respecto a la inflación son entre 10 y 12% . Lejos de lo que piensan los empresarios. Estos calculan entre 16 y 18 %. Por esa razón las paritarias en el sector privado apuntan a ubicarse en el 17 % más cláusula gatillo.

El BCRA no va a cambiar las metas porque señalan que son un punto de referencia.

El dólar termina el año con una suba de alrededor del 12,5 % contra una suba de precios del 23 % y las Lebacs por encima del 29 %.

En materia de inversiones una cosa es cierta, si se quedaron con dólares, se perdió.

Desde que se liberó el mercado en diciembre de 2015, el dólar subió 26,31 % y las Lebacs 70 %.

Dar un pronóstico a futuro nunca es seguro. Las estadísticas funcionan sobre lo que pasó, nunca sobre lo que va a pasar.

Ahora, inversores fuertes, institucionales, consideran que una parte, quizás un 30% es mejor colocarlo en dólares.

Consideran que entre diciembre y marzo, no hay liquidación de exportaciones y puede subir. Una de las cosas más baratas en Argentina es el dólar. Los más pesimistas dicen que en Miami , Punta del Este o Brasil habría que gastar con tarjeta de débito porque así fijas el tipo de cambio. Si lo haces con crédito, pagás con el precio del dólar cuando volvés.

Como necesitamos dólares, tendría que haber una estrategia de shock sectorial para estimular las exportaciones. Soja, petróleo y litio son las cartas más fuertes.

Llegar a las elecciones del 2019 con gradualismo no es el principal desafío para el gobierno. Debe evitar que continúe el atraso cambiario. ¿Por qué? Muy simple, quedarían expectativas sobre un ajuste externo después de las elecciones. Tenemos historia para hacer varios tomos sobre este asunto. La última, en 2011, Cristina ganó con el 54% de los votos y tres días después saltó el cepo cambiario.

El mercado siempre se adelanta. Hay que tener cuidado.