Tras reunirse con integrantes de su equipo económico, la presidenta Cristina Fernández anunciaría medidas en un intento por revertir el traspié electoral sufrido en las primarias del domingo en el principal distrito del país: la provincia de Buenos Aires.
En su regreso tras asistir a la asunción de Horacio Cartes como presidente de Paraguay, Cristina convocó a su despacho al ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y también al viceministro Axel Kicillof, aunque por separado, según trascendió.
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Las reuniones se efectuaron después de que el Banco Central le enviara al Gobierno 2.500 millones de dólares para hacer frente a vencimientos de títulos y deuda pública, y en momentos en los que referentes del arco opositor cuestionan que se utilicen reservas de la autoridad monetaria para este tipo de pagos e insisten en la necesidad de actualizar el mínimo no imponible y las alícuotas del Impuesto a las Ganancias.
Quienes se oponen al pago de deuda con reservas del Central entienden que de esa manera se transfiere al sector financiero (especulativo) el dinero que el Estado recauda, al descontarle Ganancias no solamente a ejecutivos y grandes empresarios, sino también a los trabajadores.
Pese a que uno de los dirigentes políticos que más reclamaron en los últimos días por una modificación de los parámetros sobre los cuales se rige el gravamen fue el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, quien venció el domingo al candidato kirchnerista Martín Insaurralde en la provincia de Buenos Aires, se especula con la posibilidad de que el Gobierno realice anuncios en torno del Impuesto a las Ganancia en los próximos días.
Apuesta oficial
La Casa Rosada buscaría acelerar la aprobación en el Congreso de un impuesto que grave la renta financiera, para avanzar luego con una actualización de Ganancias, tratando de que el impacto en la recaudación tributaria sea el menor posible.El mes pasado, el Estado embolsó $15.649 millones en concepto de Ganancias, pese a que la Casa Rosada decidió devolverles a unos 2,2 millones de asalariados un estimado de $2.657 millones deducidos del medio aguinaldo de junio.
A principios del 2013, Cristina anunció una suba del mínimo no imponible del 20%, la que terminó siendo insuficiente para generar alivio económico en trabajadores que semanas más tarde acordaron mejoras salariales del orden del 24% en promedio para este año.
Junto con la esperada modificación del piso y de las alícuotas del gravamen, que no se actualizan desde hace más de una década, el Gobierno lanzaría una nueva línea de créditos hipotecarios para la compra de viviendas usadas, una alternativa por ahora no contemplada dentro del plan Procrear.
La administración nacional volvería a trabajar en tándem con el Banco Hipotecario, la misma entidad que brinda los préstamos de aquel programa.
Asimismo, en medio de temores de que la Justicia estadounidense falle en contra de la Argentina en su litigio contra los fondos buitre, Cristina también se reunió con Lorenzino en momentos en los que la imagen del diputado Roberto Feletti parece agigantarse como posible integrante –nuevamente– del equipo económico.