Las historietas cuestionadas forman parte de los libros del Operativo Nacional de Lectura y son El Inspector Justo, de Sanyú, o Sin novedad en el frente, de Patricia Breccia, entre otros.
Si bien en Córdoba tampoco se entregaron los textos a los alumnos el ministro de Educación cordobés, Walter Grahovac, tomó la decisión de pedirles a los directivos que los libros no estuvieran a disposición de los alumnos. En declaraciones a Diario UNO el funcionario dijo no desacreditó los libros –opinó que son buenos–, pero aseguró que es preferible evitarles el disgusto a los educadores de tener que enfrentar a los padres porque en la escuela esos contendidos “hacen ruido”.
“No es nuestra intención promover la censura: la biblioteca (todos los libros que se enviaron en esta partida) nos parece espectacular, incluso hay textos de estos autores cuestionados que están muy buenos –dijo citando algunos párrafos de Sanyú que leyó alguna vez en la revista Fierro–, pero no colaboran con la vida escolar”, explicó y luego clarificó: “Esto no quiere decir que los cuestionemos, sino que no es necesario exponer a los docentes a que confronten cuando el objetivo puede lograrse con otros materiales”.