El surfing es el acto de interrumpir el orgasmo cuando está a punto de llegar, pero no para dejarlo ir sino para permitir que el cuerpo y la mente se concentren en otros puntos de placer. De esta forma, cuando por fin decidas tener el orgasmo, éste será más intenso y duradero.
Para lograrlo, sólo hay que aplicar algunas técnicas. Por ejemplo para las mujeres cuando se siente que ya se está a punto de lograrlo, dejar de estimular el clítoris y enfocarse en otra áreas como los pechos, el interior de los muslos o la vulva. La sensación sigue siendo placentera y se logra la oportunidad de lograr más tiempo de placer.
Dominar esta práctica no es fácil. Otra forma de aprender a usar el surfing es empezar con la masturbación, ir a su propio ritmo, estar muy consciente de la excitación, a través de la respiración y la intensidad de los movimientos.
Para el surfing también es útil utilizar la mente, no sólo evitar tocar o disminuir los movimientos, distraerse, pensar en situaciones lejanas al sexo, o incluso, hay algunas mujeres que se aprietan el muslo.
Durante el orgasmo se producen contracciones de los músculos de la región perineal y de otras partes del cuerpo, se produce elevación de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca y del ritmo respiratorio.
Los orgasmos son diferentes no solamente de una persona a otra, sino en la misma persona dependiendo del momento, la ocasión y la estimulación. Incluso hay personas que durante el orgasmo pierden el conocimiento por poco tiempo, porque los cambios cardiorespiratorios son muy violentos.
Algunas personas tienen la capacidad de disfrutar de varios orgasmos en un solo encuentro sexual mientras otras no alcanzan a tenerlos.