Los investigadores del hospital universitario Schleswig-Holstein de Alemania publicaron los resultados del estudio en la revista científica Neuroradiology.
El experimento se llevó a cabo en 30 individuos con buenas condiciones físicas y saludables a los que se dividió en dos grupos. El grupo de control debía ponerse una camisa de cuello holgado, mientras que al grupo experimental se le pidió que se pusiesen una corbata con nudo windsor apretada lo suficiente como para que resultase ligeramente incómoda.
Los investigadores hicieron después resonancias magnéticas a todos los participantes en el estudio y así pudieron comprobar que el flujo sanguíneo se redujo hasta un 7.5% en el cerebro de aquellos que portaban las corbatas.
Aunque la reducción de ese flujo no tiene consecuencias graves en el funcionamiento del cerebro, sí que puede afectar a las capacidades cognitivas del individuo.
Fuente: clarin
San Juan 8
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