"Una información que se obtiene de un tacho de basura forma parte de una información basura. No tiene asidero ni realidad. ¿Cuál es la intención de sacar de la basura a una información y ponerla en un expediente? Tratar de convencer a la opinión pública de que el texto fue escrito por Nisman. Pero esto agiganta la versión inicial. Lo que tenemos que observar es que la denuncia carece de asidero o fundamento", argumentó el jefe de Gabinete.
Esta vez, el periodista Nicolás Wiñazki –autor junto a Daniel Santoro de la noticia que reveló el documento– no asistió a la sala de conferencias para intentar confrontar a Capitanich. Pero el funcionario no dejó pasar la oportunidad de hacer referencia a los dichos del periodista, quien ayer lo acusó de "no poder mirarlo a los ojos". "Hacer de todo esto una operación de prensa y considerar esto como una pseudoconferencia y que yo no puedo mirar a los ojos... Yo respeto mucho la libertad de expresión y de prensa, pero digo que detrás de ellas están los intereses corporativos", acusó el chaqueño.
Aunque sin la tensión que tuvo la conferencia de prensa de este martes, Capitanich volvió a decir que "todo está demostrado como una falsedad absoluta" porque "tomar una información de la basura y ponerla en el expediente no tiene ningún tipo de elemento". "La basura se debate en el lugar que tiene que debatirse: en el basurero. No en el estrado judicial. No tiene ningún valor para el carácter judicial, no para el hecho que se está investigando ni para la denuncia en sí", concluyó al respecto.
El lunes, el jefe de Gabinete rompió una edición de Clarín desde el estrado de Casa Rosada, luego de que el diario publicara el domingo que se había hallado en el tacho de basura del fiscal un borrador de una denuncia que pedía detener a Cristina Kirchner, su canciller Héctor Timerman y el diputado Andrés Larroque. Horas después, la Procuración General de la Nación difundió un comunicado de la fiscal Viviana Fein que desmentía la existencia de ese documento.
Al día siguiente, Clarín publicó copias facsimilares de la denuncia. Ante la contundencia de la información revelada, la fiscal reconoció su existencia y Wiñazki fue a Casa Rosada para confrontar a Capitanich en su conferencia de prensa. Pero el funcionario eludió sus preguntas y discutió con otra periodista que había intentado hacerle una repregunta sobre el tema.
Infobae