El cierre de la fecha de traspasos de la NBA fue una locura. Decenas de jugadores cambiaron de equipos en los últimos minutos. Entre los pases apareció el de Pablo Prigioni que dejó New York Knicks para jugar en Houston Rockets.
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El cierre de la fecha de traspasos de la NBA fue una locura. Decenas de jugadores cambiaron de equipos en los últimos minutos. Entre los pases apareció el de Pablo Prigioni que dejó New York Knicks para jugar en Houston Rockets.
El base cordobés, de 37 años, fue uno de los ganadores en cuanto a transferencias. Dejó un equipo en el que tenía poco rodaje y estaba último en la Conferencia Este. Su nueva franquicia marcha en el cuarto puesto del Oeste y con chances de pelear por el anillo de campeonato. Houston cedió dos elecciones de 2da ronda de draft (2017 y 2019) y al ruso Shved para quedarse con Prigioni.
Entre las sorpresas de última hora aparecen los regresos de Kevin Garnett a Minnesota y Tayshaun Prince a Detroit. Miami se quedó con la figurita difícil del mercado y sumó a Goran Dragic de los Suns.