El padre Marcelo Enrique Cinquemani (43) había llegado hace poco de Roma, donde estuvo radicado un tiempo, para hacerse cargo de la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes de Guaymallén. De esto hace 15 días.
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El padre Marcelo Enrique Cinquemani (43) había llegado hace poco de Roma, donde estuvo radicado un tiempo, para hacerse cargo de la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes de Guaymallén. De esto hace 15 días.
Lo que menos suponía el sacerdote es que iba a ser blanco –como en otras ocasiones fueron otros sacerdotes– de criminales que no sólo se conformaron con robarle todo cuanto podían, incluso su auto, sino que también lo golpearon brutalmente y lo encerraron.
La odisea del padre Cinquemani –según relató a Canal 7– comenzó alrededor de las 23 del domingo. Él llegó cerca de esa hora a la parroquia, de Mathus Hoyos y La Capillita de Bermejo, Guaymallén, donde también reside. Allí dejó su auto Corsa e ingresó. Apenas lo hizo comenzó a escuchar ruidos extraños que provenían desde el fondo. Salió de la vivienda e hizo una recorrida por el predio, pero no vio nada anormal.
Entonces decidió reingresar y tras cerrar las puertas a sus espaldas, vio que desde una ventana un hombre lo estaba encañonando al tiempo que le exigía que le abriera la puerta.
Como el párroco se negó a hacerlo e intentó escapar por el fondo, los delincuentes –eran tres– derribaron la puerta, ingresaron y arremetieron contra él a golpes, pero para asegurarse de que podían actuar con total impunidad, también lo ataron.
A partir de ese momento comenzaron a revisar la casa y la secretaría, donde encontraron $5.000 en efectivo, un proyector de video, una notebook, una cámara de fotos, un celular y su auto Chevrolet Corsa, propiedad del sacerdote, en el cual escaparon.
Apenas el padre Cinquemani pudo desatarse, pidió ayuda y en el acto los primeros en socorrerlo fueron los vecinos, dado que estaba muy shockeado y golpeado. Cuando la policía llegó, ya era demasiado tarde porque de los delincuentes no quedaban rastros y hasta anoche no habían sido detenidos.
El auto Chevrolet Corsa fue encontrado ayer a las 9 aproximadamente, en Los Corralitos, pero le habían quitado las cuatro ruedas.
Ayer por la mañana, la víctima fue entrevistada por Canal 7 y dijo: “Es lamentable que uno no pueda estar tranquilo en su casa, en mi caso la parroquia”, en clara alusión a la inseguridad que está a la orden del día.
Luego dio detalles del cruento ataque del cual fue blanco y “de una singular e innecesaria violencia porque yo no me había resistido”.
El peor momento fue cuando le derribaron la puerta. “Esto que sentí yo ya lo vivieron varios vecinos de la zona. Le digo más. Ayer (por el domingo) a las 11, mientras estaba dando misa, robaron elementos de la camioneta de uno de los feligreses que estaba estacionada en la puerta de la parroquia. Con esto le digo todo”, agregó. (Fuente: Diario Uno).