El Pentágono informó que despelgó 400 soldados a operar dos baterías que se ubicarán en lugares no determinados de la frontera entre Turquía y Siria, a través de la cual el régimen de Al Assad ha mantenido escaramuzas con las fuerzas turcas, mientras libra su una guerra civil interna que, según fuentes de OTAN y el Gobierno norteamericano, va camino a perder.