Embed
Col: rico en fibra, tanto soluble como insoluble, es un poderoso aliado en el proceso digestivo y en las funciones gastrointestinales. Contiene flavonoides y carotenoides, importantes antioxidantes que ayudan a las funciones normales de las células del cuerpo. Además, tiene el sulforafano, isotiocianato e indoles, que son substancias anticancerígenas y que actúan en el hígado. En 100 g de coliflor hay 2,4 gramos de fibra, mientras que por cada 100 gramos de col rizada (repollo) hay de 3,1 gramos de fibra.
Embed
Jengibre: Puede ser ampliamente utilizado en los problemas que afectan el tracto digestivo tales como náuseas y dolor abdominal; además de mejorar la función intestinal y acelera el vaciado gástrico. La recomendación varía de 2 a 4 gramos por día.
Embed
Brócoli: es otra excelente fuente de fibras, que puede ser preparado con arroz, en ensaladas o carnes. Por cada 100 gramos son 2,9 gramos de fibra. Presenta substancias, como isotiocianatos, flavonoides, carotenoides y sulforafano, que actúan en el organismo como antioxidantes y en la eliminación de substancias tóxicas.
Embed
Zanahoria: es bastante utilizada en la preparación de carnes, rissotos, ensaladas y jugos. Una buena fuente de fibra; auxilia en las funciones gastrointestinales y en el sistema inmunológico gracias a que contiene vitamina C.
Embed
Ciruela: es ideal para incluirla en postres, pues posee una gran cantidad de fibras. Es muy utilizada como laxante natural. Las ciruelas poseen, de entre otras substancias, fenoles (ácido neoclorogénico y el ácido clorogénico) que son importantes antioxidantes que auxilian el funcionamiento normal de las células del cuerpo
Embed
Piña y papaya: son dos frutas conocidas por sus propiedades digestivas, además de que posean grandes cantidades de fibra soluble. Contienen promelina y papaína, respectivamente, potentes enzimas digestivas que auxilian en la digestión de alimentos con alto contenido de proteínas, como las carnes. Consumir una rebanada de piña, o un cuarto de papaya es suficiente para auxiliar en la digestión de los alimentos ricos en proteínas.
Embed
Té verde: tiene efecto antioxidante y capacidad antimutagénica, que garantiza protección al hígado. La recomendación es de hasta 500 ml por día (4-5 tazas). Está contraindicado para mujeres embarazadas y lactantes, personas con gastritis, úlceras gastrointestinales; con enfermedades cardiovasculares, enfermedades renales, hipertiroidismo, ansiedad, insomnio y taquicardia.
Embed
Té rojo: acelera el metabolismo hepático (hígado), favoreciendo la reducción del colesterol y facilitando la digestión. La recomendación de ingesta es de hasta 500 ml por día (4-5 tazas). Es contraindicado durante la gestación y lactación, para pacientes hipertensos, con úlcera gástrica y diabetes.
Embed
Jugo de piña con menta: Ingredientes: 2 rodajas de piña, 1 cucharada de menta, 300 ml de agua. Preparación: Batir todo en una licuadora y beber preferentemente frío.
Embed
Jugo de zanahoria con limón: Ingredientes: 2 zanahorias sin cáscara bien cortadas; 100 ml de jugo de limón. Modo de hacerlo: Bate todo en una licuadora y bébelo frío de preferencia.
Embed
Jugo de naranja/limón con berro: Ingredientes: jugo de 1 limón; 100 ml de jugo de naranja; 2 hojas de berro con todo y tallo. Modo preparación: Batir todo en una licuadora y beber de preferencia helado.