Como se afirma en el comunicado, una vez que el parásito entra al cerebro provoca meningitis, un proceso inflamatorio en el cerebro que, en ocasiones, puede ser mortal. Los síntomas de la enfermedad varían: desde dolores severos de cabeza y rigidez de nuca, hasta problemas neurológicos y discapacidad a largo plazo, en aquellos casos considerados como más graves.
En el Departamento de Salud reconocieron que la investigación no ha podido determinar todavía el origen de la infección, pero supone que podría estar relacionada con el consumo de "frutas, verduras y otras plantas" que se consumen sin ser lavada previamente, recogidas de manera directa de árboles o de la tierra.
Además uno de los turistas tratados que dio positivo por angiostrongiliasis confesó que se había comido una babosa "por una apuesta".
"Reconocemos que hay más trabajo por hacer para educar a los residentes y visitantes y asegurarnos de que sepan cómo prevenir la propagación de esta enfermedad", afirma en el comunicado el director del Departamento de Salud hawaiano, Bruce Anderson. De momento, el organismo recomienda a los visitantes y residentes locales lavar cuidadosamente todos los productos con agua corriente limpia y cerciorarse antes de ingerirlos de que no hay en ellos caracoles o babosas.