Según comentó la madre de la pequeña en radio Sarmiento, Rosa Rojas, "el sangrado de la beba comenzó cuando ese enfermero la asistía". La nena tiene problemas de pulmón, corazón, del sistema digestivo y de la cabecita, desde que nació. Tiene botón gástrico, traqueotomía y está conectada a respirador artificial desde que llegó a la vida. A pesar de que ha sido intervenida en el hospital Garrahan, sus cuidados tienen que ser intensivos.
Es el Ministerio de Desarrollo Humano quien le provee lo necesario para su internación domiciliaria, incluso es quien proporcionó al equipo de profesionales, junto con Salud Pública, que se encarga de asistir a la nena mientras está en San Juan. Pero antes de que eso ocurra, uno de los médicos que notó el sangrado vaginal en la beba, solicitó la internación en el hospital Guillermo Rawson para que la revise un legista. Así fue como evacuaron las dudas al respecto y se inició la investigación del hecho.
El enfermero quedó señalado como principal sospechoso por la familia de la beba, quien explicó que sólo cuando él estaba, ella presentaba ese sangrado. Pero ahora el problema es que el sujeto, que dejó de asistir a la casa de la víctima, fue echado de la empresa donde trabajaba y perdieron su rastro. Mientras la Justicia investiga, el hombre sigue libre, porque aún no determina un sospechoso.