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Sus pechos no paran de crecer desde que tiene 8 años

Lo normal es que algunas mujeres quieran someterse a cirugías para aumentarse los pechos, pero existe un caso diferente, el deseo no es solo por un tema estético, sino por una mejor calidad de vida.

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La joven australiana Sehridan Larkman vive un calvario, pues sus pechos no dejan de crecer desde que tiene 8 años, hoy tiene 23.

"La gente a menudo me miraba boquiabierta en la calle y los hombres gritaban comentarios groseros. Comprar ropa fue una pesadilla. Si comprara una talla 10 para que se ajuste a mi cintura, mis senos se derramarían sobre la parte superior", contó la desesperada Sehridan en su cuenta de Facebook.

Para detener este crecimiento, Sehridan tiene que someterse a una costosa cirugía y por ello ha empezado una campaña en GoFoundMe con la finalidad de juntar 10 mil dólares para la operación. La mujer solo quiere tener una vida normal y poder disfrutar de su familia.

"Mis senos están afectando mi salud y estoy tan cansada de vestirme para intentar cubrirlos y no recibir comentarios molestos como los que he recibido toda mi vida", se puede leer en la publicación. "Ayúdenme a financiar una reducción privada para salvar mi salud y así poder disfrutar la vida más activamente con mis hijos y pasatiempos sin restricciones", agregó.

Lo peor, según contó la joven, es que sus pechos siguen en un "crecimiento desmedido" y le causa problemas como no poder correr con sus dos pequeñas hijas.

Además del peso y el dolor que representan sus grandes senos, también tiene que lidiar con las erupciones y granos rojos que con frecuencia brotan por debajo de sus pechos, lo cual es molesto.

Su peor experiencia fue cuando quedó embarazada por primera vez, a los 18 años. Y es que, a medida que su abdomen crecía, también lo hicieron sus pechos.

"Un día estaba recogiendo algo del suelo cuando hubo un estallido. ¡Un tirante se había desprendido de mi sujetador por el peso de mis pechos! Traté de coserlo, pero se partió de nuevo. El tirante se clavó en mi carne, y usar el tamaño incorrecto significaba que no tenía el soporte adecuado. Odiaba vivir así", contó.

Por ahora, la joven no tiene más opción que seguir ahorrando para poder someterse a una reducción de senos, que, según los médicos a los que consultó, es la única forma de solucionar su raro problema.

Fuente: aweita

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