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Sorprendete con este tren-hotel construido sobre un puente de 15 metros de altura

Kruger Shalati. Éste es el nombre del tren-hotel que cuelga a unos 15 metros de altura del puente Selati, en el parque natural Kruger, al nordeste de Sudáfrica. El convoy, similar al que inició sus pasos en la década de 1920, no está en circulación. Permanece dormido en el puente para que desde sus habitaciones-vagones se pueda disfrutar de unas espléndidas vistas al río Sabie y a los grupos de elefantes, hipopótamos, cocodrilos o impalas que acuden a beber o a chapotear en sus aguas.

Este establecimiento hotelero, que está recibiendo los últimos retoques, tiene previsto abrir las puertas de sus vagones a finales de año. "Esperamos inaugurarlo en diciembre de 2020, pero la fecha se confirmará en julio", explicóJudiet Barnes, gerente general de Kruger Shalati, a Magazine Lifestyle. Las obras de remodelación y refuerzo han sido complejas y su costoes algo que la empresa prefiere no explicar por el momento.

Este singular complejo hotelero dispone de 31 habitaciones, repartidas en dos plataformas: 24 habitaciones ubicadas en 12 vagones "y las 7 habitaciones restantes se encuentran en tierra, al lado del puente, en un escenario que hemos denominado de jefe de estación. Da al puente, pero es un edificio que no está en el tren. Estas siete habitaciones (Bridge House) son más grandes y en ellas pueden pernoctar menores de 12 años". Las 24 habitaciones sobre raíles tienen una superficie de unos 28 metros cuadrados cada una.

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Las estancias son espaciosas y sus paredes son de cristal para que las vistas al río y al parque sólo tengan los obstáculos (insalvables)de las traviesas metálicas que recuerdan al cliente que vive en un viaducto. Al convoy se accede por una pasarela que cruza de punta a punta la plataforma y aproximadamente en mitad de esta construcción se construirá una cubierta comunitaria, con hamacas y una piscina circular, suspendida en uno de los pilares. Una edificación parecida, también con piscina, se puede disfrutar en la zona ubicada en tierra.

Pasar una noche en las habitaciones del tren cuesta unos 500dólares por persona, con todos los servicios incluidos. Si las habitaciones son las que están a pie de estación, el costo es de 450 dólarespor persona. El suplemento individual en ambas áreas es del 25%. "Por ahora hemos detectado un gran interés por parte de viajeros de Europa occidental, Estados Unidos, el Reino nido, así como de Australia, y de algunos países sudamericanos", precisa Barnes.

Kruger Shalati rinde tributo, casi cien años después, "a la línea ferroviaria que era la única vía que permitía acceder al parque y disfrutar de la experiencia de un safari", explica la gerente general del proyecto. El ferrocarril, como la línea se cerró en la década de 1970, cuando se establecieron nuevas vías de conexión con el parque Kruger, el más grande de Sudáfrica, casi 19.000 kilómetros cuadrados.

El tren toma una parte de su nombre del parque, pero la otra mitad homenajea a la reina guerrera Shalati. La información sobre su vida es difusa y, como muchas historias en África, hunde sus raíces en la tradición oral. Se dice de ella que fue la primera jefa guerrera del pequeño clan Tebula, que forma parte de la tribu Tsonga que vivía en la selva, alrededor de la cordillera Murchison, en la provincia de Limpopo.

Su capacidad de liderazgo parece que fue indiscutible, así como sus habilidades guerreras (usaba un hacha especial con forma de bayoneta)en un mundo donde la violencia no era una actividad descartable para resolver los conflictos. Aunque se dice que Shalati Hosikati "tuvo una visión de un mundo perfecto, sin crímenes, sin guerra ni desigualdad".

El parque recibe casi 1,5 millones de visitantes al año y está preparado para realizar safaris de varios niveles y dificultad, algunos de ellos con la participación de menores. También dispone de zonas de descanso y excursiones donde es relativamente fácil toparse con elefantes, leopardos, leones, hipopótamos, impalas, búfalos, rinocerontes, guepardos, cebras... o contemplarlos a una distancia de piedra mientras se toma un refresco.

Durante las obras de acondicionamiento del puente y ubicación del convoy se ha tenido un especial cuidado para no perturbar la vida cotidiana de los animales que habitan el parque. Judiet Barnes asegura, taxativa, para Magazine Lifestyle: "El proyecto de ninguna manera afecta o perturba la fauna o la flora. Realizamos una evaluación de impacto ambiental durante 18 meses con el departamento de medio ambiente, que acordó que el impacto es mínimo, en todo caso. La vía ya existía, por lo que no influirá en la flora en absoluto. El puente no ha sido utilizado por otros animales que no sean babuinos, monos y, ocasionalmente, leopardos. Además, aguas abajo hay un puente menor por donde pueden cruzar".

La Vanguardia.

GML