Cuando los clientes hacen su pedido, una cámara toma una fotografía del coche del comprador. De esta forma, los cajeros en la ventanilla pueden servir la comida en el orden correcto y sin mezclar pedidos.
"Así que no se meta el dedo en la nariz cuando pida, porque lo vemos y le juzgaremos", aconsejó Clarke.
Te puede interesar...
La grabación ya se hizo viral, acumulando 5,6 millones de visualizaciones.