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Así es la vida de la chica que se arrancó los ojos por adicción

A principios de 2018, Kaylee Muthart estuvo en boca de todos luego de hacerse público que se arrancó los ojos con sus manos durante un episodio psicótico provocado por su adicción a las metanfetaminas. La joven de 21 años, oriunda de Carolina del Sur (Estados Unidos), creía que tenía que hacer eso para sobrevivir y salvar al mundo. Hoy asegura que "no puede rendirse".

Luego de este ataque, Kaylee fue internada en una clínica psiquiátrica y, desde ese momento, ha tenido que aprender a vivir sin su visión. Se considera a sí misma como una adicta en recuperación y afirmó a la revista People que no fue difícil estar sobria porque "las drogas me quitaron algo y cuando te quemás con fuego aprendés a no volver".La muchacha fue sometida a una operación para limpiar la zona de los ojos y poder colocar luego prótesis. En la actualidad, se encuentra "reaprendiendo todo". "Intento hacer las cosas por mi cuenta. Si me lastimo en el proceso, solo es parte del aprendizaje", reflexionó. Para ayudarse, utiliza una aplicación que le permite navegar su celular, algo que "hace más rápido que yo", según su mamá. Asimismo, usa los audios narrativos para consumir videos y un bastón rojo para asistir a la Iglesia."Le han dado una segunda oportunidad. Mental y físicamente Kaylee ha ido muy lejos y cada día está mejor. Sus pensamientos están enfocados y ahora comprende su camino. Parte de esto se trata de ayudar a otras personas contando su historia", aseguró su mamá.En estos meses, Kaylee ha logrado hacer su propio café, dar vuelta un huevo en una sartén, tocar el piano y, como hito del año, la eligieron para tocar la guitarra y cantar en su grupo de rehabilitación. Además, pudo volver a andar en bicicleta, mientras una amiga iba delante gritando su nombre. "Soy una aventurera y no puedo rendirme. Tengo que ir por todo", sentenció. La joven tiene una hija, que nació cuando tenía 18 años y que vive con unos amigos. Sin embargo, se hablan todos los días y la visita cuando encuentra alguien que la lleve. "Es mi tesoro", confesó Muthart.
En cuanto a sus planes, en 2019 comenzará una escuela para personas no videntes, donde aprenderá a hacer de todo, pero cuenta que ha aceptado su ceguera. "Si no lo hacés, nunca podrás ser feliz. Aceptarla, analizarla y permitirte sentir lo que sea que sientas. Lloro, no mucho pero cada tanto dejo que salga", reveló.Además, para el próximo año espera tener sus prótesis colocadas, mudarse y aprender a ser una madre no vidente para su hija; mientras que el largo término se ve brindando charlas motivacionales o con una carrera vinculada a la música. Fuente: tn

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