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Aprendé a detectar un ataque de ansiedad y saber cómo actuar

Es importante minimizar los síntomas para no magnificarlos.

Los ataques de ansiedad o pánico están relacionados con momentos de estrés o acontecimientos traumáticos. Constituyen una reacción emocional extrema de alarma, que puede provocar, incluso, miedo. Es importante conocer sus síntomas para reconocerlos, pero es igual de prioritario intentar minimizarlos para calmarnos.

Frente a un ataque de ansiedad podemos sentir:

- un incremento brusco de la sensación de ansiedad y miedo;

- taquicardia;

- palpitaciones fuertes;

- aumento de la temperatura corporal;

- sudoración;

- temblores;

- sensación de irrealidad;

- despersonalización (sentirse fuera de uno mismo);

- temor a morir, a perder el control o el conocimiento;

- sensación de ahogo, sofoco;

- opresión o malestar torácico;

- sensación de entumecimiento u hormigueo.

Por supuesto, no es necesario que aparezcan todos los síntomas juntos para confirmar que estamos ante un ataque de ansiedad. Junto al primer ítem deben aparecer al menos cuatro síntomas más. Todo sucede de repente y, si no se controlan, alcanzan su pico máximo dentro de los primeros diez minutos. Sin embargo, no tiene una duración determinada. Todo dependerá, en gran medida, de lo que suceda una vez iniciado.

¿Qué hacemos ante un ataque de ansiedad?

Si nos ocurre a nosotros, lo importante es intentar calmarnos y prestarle poca atención a los síntomas, porque de lo contrario, les damos entidad y entramos en un círculo. Por ejemplo: si repentinamente nos duele el pecho, pensaremos que tenemos un problema en el corazón, que podemos morirnos o desvanecernos. Esto aumentará nuestra ansiedad, nuestro miedo ante la situación, y podemos llegar a sofocarnos, comenzar a sudar, tener palpitaciones... Para evitarlo, es fundamental calmarnos para entender qué sucede. Respirar profundo y tomar un vaso con agua pueden ayudarnos. Claro que, en caso de ser necesario, deberíamos realizar una consultar con un especialista.

Si le sucede a otra persona, podemos ayudarlo conversando para distraerlo y que olvide sus síntomas, colaborarle para que no magnifique los síntomas, ya que por sí mismos no le causarán ningún daño, y serle útil para que se controle, intentando no llamar la atención de las personas a su alrededor. Se estima que un ataque de pánico puede llevar hasta media hora para que finalice.

Fuente: tn

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