Todo comenzó cuando tuvieron acceso a la tarjeta de crédito de uno de los padres y decidieron rentar una casa para hacer una fiesta. Los daños en la propiedad ascendieron a 20 mil dólares, los cuales tendrán que pagar inmediatamente. La tarjeta pertenecía a los padres de una joven de 14 años que decidió utilizarla sin permiso.
La policía acudió hace unos días a la propiedad en el vecindario de West Vancouver donde se hizo la fiesta, luego de una llamada anónima que reportaba una "fiesta desenfrenada". Ahí encontraron a casi 200 adolescentes haciendo de las suyas en una de las fiestas más épicas registradas por la policía.
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