Real Madrid accedió esta tarde a su tercera final consecutiva en la Liga de Campeones de Europa, luego de igualar 2-2 con Bayern Munich el encuentro desquite de una de las llaves semifinales del máximo torneo de clubes en el llamado 'Planeta fútbol'.
En el estadio Santiago Bernabeu, con el arquero local, el costarricense Keylor Navas como gran figura, el conjunto español sacó renta de la victoria 2-1 alcanzada la semana pasada en Munich.
De esta manera, los dirigidos por Zinedine Zidane estarán en la definición del sábado 26 de mayo en Kiev, donde se enfrentarán al ganador de la serie que mañana finalizarán Roma (2)-Liverpool (5), en el Olímpico de la capital italiana.
El equipo bávaro sacó ventaja de inmediato, a los 2 minutos de iniciado el encuentro, con una conquista de Joshua Kimmich, tras recoger un rebote en el área rival.
Pero el 'resistido' Karim Benzema metió la cabeza, a los 10 minutos, tras un centro de Marcelo, para decretar el 1-1 provisorio.
El propio atacante francés aprovechó un increíble fallo del guardavallas alemán, Sven Ulreich, para estampar el 2-1 para el elenco 'merengue', apenas comenzado el segundo período.
El volante colombiano James Rodríguez (quien inició su carrera en Banfield) estableció la igualdad definitiva e instaló la incertidumbre en la eliminatoria, cuando todavía restaban más de 25 minutos.
El conjunto alemán, a lo largo de los más de 180 minutos de la eliminatoria, mostró un mejor funcionamiento colectivo que su adversario, que debe hallar los méritos de su pasaje a la instancia decisiva en la jerarquía de su arquero Navas y en la contundencia para golpear en los momentos justos.
Con James Rodríguez como eje en la zona central, con Thiago Alcántara otorgando el necesario equilibrio, más las permanentes subidas de los marcadores laterales, Bayern Munich desbordó a su adversario en los primeros 45 minutos.
El elenco bávaro abrió enseguida la cuenta, con esa aparición de Kimmich (como en el choque de ida) en el área rival y amenazaba con generar más peligro. Pero el tanto del Real Madrid en una de sus primeras incursiones ofensivas aplacó esa furia alemana.
Inclusive, el turco Cuneyt Cakir omitió un claro penal por mano de Marcelo en el minuto 45 para dar crédito a esa presunción (muchas veces comprobada) de que el club más ganador de Europa (tiene 12 títulos de Liga de Campeones) es habitualmente favorecido por los arbitrajes.
Pero la escena que definió la serie se produjo apenas comenzada la segunda parte, cuando Tolisso habilitó a su arquero Ulreich y el guardavallas alemán cometió un error imperdonable: ni rechazó ni tomó con la mano la pelota, fallando en el despeje. Así, Benzema aprovechó el obsequio y se situó 2-1 arriba.
Desde esa instancia, el equipo visitante inundó de centros el área rival y pudo llegar al empate, con una aparición de James Rodríguez (que pidió disculpas a la afición española por su anterior pasado en la entidad 'merengue').
Pero lo cierto es que el Bayern tuvo chances de sobra como para torcer la historia. Un tiro del austríaco David Alaba, otro de Kimmich y un cabezazo de Matt Hummels. En todas esas ocasiones, el costarricense Navas se ofreció como obstáculo inexpugnable.
Sin otorgar demasiada fiabilidad en sus últimas dos series eliminatorias (ante Juventus y hoy con el Bayern Munich), Real Madrid consiguió lo que casi siempre obtiene: llegar al final de una competencia europea. Para seguir alimentando el sueño de apoderarse de su decimotercera 'Orejona'.
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