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Vive un calvario: le crearon decenas de perfiles falsos en Internet y ahora no consigue trabajo

La pesadilla comenzó hace dos años. La hicieron pasar por prostituta, actriz porno y transexual. Tuvo que irse de su ciudad. “Es como tener una enfermedad”, dijo.

Tiene 34 años y desde hace dos su vida es un infierno. Así podría resumirse el calvario de una mujer que por culpa de un desconocido y el anonimato que brinda Internet tuvo que mudarse de su ciudad. Según denunció, "alguien" le creó decenas de perfiles falsos en la red y por eso no para de recibir mensajes y llamados de personas que no conoce y que buscan tener relaciones sexuales con ella.

Todo comenzó un día de marzo de 2014. En aquella oportunidad le llegó un mensaje a su celular por parte de un desconocido que creyó que había hablado con ella en la red social Badoo, un sitio de citas. "Soy el chico con el que estuviste hablando recién", decía el texto que le llegó a su teléfono. "No soy yo, creo que te equivocaste de persona. Saludos", le contestó ella.

Pero lo que pareció un error, de los que hay millones en todo el mundo, fue el puntapié inicial de una larga serie de mensajes que luego se convirtieron en hombres que llegaron a tocarle el timbre en su casa para tener sexo.

El desconcierto fue enorme hasta que decidió poner su nombre en Google. Allí se enteró de lo peor: encontró muchos perfiles falsos suyos en redes sociales y hasta blogs en los que se presentaba como masajista erótica, prostituta, actriz porno, transexual y drogadicta. "Mi vida se transformó en un calvario. Es como tener una enfermedad con la que tenés que aprender a vivir día a día", dijo la víctima al diario Clarín.

La mujer se abstuvo de dar su nombre por temor. No quiere ser identificada. Es licenciada y recibida con medalla de honor en una universidad pública. Pero para saber esto ahora hay que pasar varios minutos buscando en Internet. Los datos que aparecen sobre ella son sobre actividades que no realiza.

 "¿Qué hice para merecer esto?", se pregunta una y otra vez. "Es como si fueras ciego y te pegan de todas partes. Intentás dar manotazos para defenderte, pero no podés porque no sabés de dónde viene ni quién es", explicó.

Fue tal el grado de obsesión del acosador, que incluso le creó perfiles falsos a sus familiares. Quiso rastrearlo, pero le fue imposible. Sospechó de todos y hasta armó una lista de posibles personas. "Sospechaba de todos, hasta de mi mamá y de mi hermana, pero después fueron ellas mismas las que se vieron perjudicadas. De mi hermana decía que era una acompañante sexual y de mi madre consiguió la dirección y le empezó a mandar delivery de comida que ella no pedía. Por suerte después de un tiempo eso se calmó, pero conmigo siguió, agregó.

Se mudó y fue vivir en casa de amigos durante un tiempo. Pero eso no es lo peor. Todo el tiempo pierde oportunidades laborales: "Cada vez que me postulo a un trabajo me descartan porque al 'googlear' mi nombre aparecen todas esas calumnias sobre mí. Las empresas no quieren personas con problemas a pesar de que yo explique que eso es mentira".

Daniel Monasterky, un especialista en delitos informáticos, es quien la represente. Según dijo al matutitn0, estos casos son comunes y le puede pasar a cualquiera: "Se pone en juego la reputación online de la persona. En estos tiempos uno es lo que Google dice que sos. En este caso hay una obsesión patológica de esta persona para con mi cliente, ya que todo el tiempo genera contenido negativo".

La causa fue caratulada como "Hostigamiento" y tiene más de 111 fojas de informes. Depende ahora de lo que se avance en la Unidad de Intervención Temprana de la Unidad Fiscal Sudeste. "Me gustaría despertarme un día y ver que todo esto se terminó", expresó la mujer.

Fuente: Infobae