El líder del Giro de Italia vivió un momento de estrés antes de la subida al último premio de montaña de la etapa 16.
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El líder del Giro de Italia vivió un momento de estrés antes de la subida al último premio de montaña de la etapa 16.
El holandés se detuvo a un costado de la carretera, se quitó la ropa y corrió hacia la cuneta para hacer sus necesidades.
"Sencillamente, he tenido problemas. Tenía que cagar, no me podía aguantar. Lo empecé a notar en el descenso del Stelvio y tuvo que parar. No podía seguir, claramente. Al reincorporarme, he decidido luchar, luchar y luchar y sacar conclusiones al acabar la etapa. Así que, evidentemente, estoy decepcionado. Mantengo el liderato, pero hoy ha sido un mal día", dijo el ciclista.