De inmediato hizo la denuncia y luego fue hasta un médico legista quien confirmó la penetración. A una semana de la violación la víctima tuvo que irse a vivir a casa de unos tíos ya que no puede ni acercarse a la zona en la que fue vejado. Además continúa con tratamiento psicológico a la espera de que le toque el turno para ser sometido a la Cámara Gesell. En medio de tanto dolor, la familia del menor atacado salió a pedir Justicia por la calles de Carpintería. Ellós solicitan algún tipo de sanción para los atacantes. "Entiendo que son menores de edad, pero si nadie los sanciona o castiga de algua manera van a volver a hacer lo mismo porque se sienten impunes", aseguró la tía del niño que sufrió el ultraje. Por otra parte, la mujer pidió que algún organismo estatal le brinde más contención psicológica al menor. "Es que en el hospital Rawson nos dieron turno para dentro de 20 días y mi sobrino necesita ayuda ahora", concluyó la mujer.