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Un inédito debate sobre derechos humanos en Cuba gracias a Obama

En la conferencia de prensa del primer mandatario de los Estados Unidos y su anfitrión, Raúl Castro, se admitieron preguntas por presiones de la Casa Blanca. Las diferencias quedaron expuestas una vez más.

Fue sin dudas el momento clave de la histórica visita de Barack Obama a Cuba, el que sintetizó todo lo que está en juego en la reapertura de relaciones bilaterales entre el régimen cubano y Washignton. Raúl Castro y su par Obama dejaron al descubierto sus diferencias fundamentales sobre derechos humanos en una inusitada conferencia de prensa conjunta que sorprendió a los cubanos, totalmente desacostumbrados a que su presidente sea interrogado y cuestionado en público, como ocurrió ayer en La Habana.

Los mandatarios marcaron un hito al reunirse en el Palacio de la Revolución, y aunque reconocieron las enormes diferencias que los separan, se mostraron a favor de continuar el diálogo para avanzar en la normalización de relaciones de quienes fueron los mayores enemigos del hemisferio por más de cinco décadas. De pie detrás de un atril, Obama dijo que le había planteado a Castro "diferencias muy serias'' en temas como la promoción de la democracia y la vigencia de los derechos humanos. Esos temas fueron planteados en una conversación que el estadounidense caracterizó como "difícil", y como requisitos previos que se deben cumplir antes de avanzar en construir relaciones más estrechas. Expresó que "es un nuevo día'' para ambos países y se dijo convencido que el embargo de Estados Unidos a Cuba terminará, aunque consideró que eso también dependerá de si ambos países logran superar sus enormes diferencias en materia de derechos humanos y democracia. "El embargo va a terminar. ¿Cuándo? No estoy completamente seguro'', dijo Obama a la prensa. "¿Qué tan rápido pasará? Bueno, en parte depende en si podemos superar algunas de nuestras diferencias acerca de derechos humanos'', añadió.

Raúl Castro, por su parte, lanzó duras críticas contra del embargo impuesto por Estados Unidos en 1962 que, según dijo, es el obstáculo principal que ha impedido el desarrollo de Cuba. "Existen profundas diferencias entre nuestros países que no van a desaparecer, pues tenemos concepciones distintas sobre muchos temas, como los modelos políticos, la democracia, el ejercicio de los derechos humanos, la justicia social, las relaciones internacionales, la paz y la estabilidad mundial'', enumeró Castro. El cubano sin embargo elogió las recientes medidas del gobierno de Obama para relajar los controles hacia Cuba, que calificó de "positivas, pero no suficientes''. "El «bloqueo» es el obstáculo más importante para nuestro desarrollo económico y el bienestar del pueblo cubano, por eso su eliminación será esencial para normalizar las relaciones bilaterales'', dijo Castro.

Durante semanas, funcionarios de la Casa Blanca presionaron a sus pares cubanos para que los presidentes aceptaran un par de preguntas de los periodistas presentes después de la reunión privada que sostuvieron poco antes. El visto bueno lo lograron apenas horas antes de que Obama y Castro aparecieran ante las cámaras. Y la impreparación de Castro para este ejercicio, que es casi diario para Obama, resultó ayer evidente. Es extremadamente raro que Castro ofrezca una rueda de prensa, aunque a veces ha escuchado y respondido a preguntas de manera espontánea, pero sólo cuando ha estado de ánimo para hacerlo. Durante la rueda de prensa, Castro pareció incómodo, y en alguna ocasión dijo que no sabía si la pregunta iba dirigida a él. Cuando un periodista estadounidense lo interrogó sobre los presos políticos en Cuba, respondió: "Dame la lista ahora mismo de los presos políticos para soltarlos. Menciónala ahora, dime el nombre o los nombres''. Así apuró el cubano al periodista cubanoamericano Jim Acosta, de CNN. Grupos de derechos humanos sostienen que en las cárceles cubanas sí hay presos políticos. "En este momento hay por lo menos 80", dijo ayer a la agencia DPA Elizardo Sánchez, portavoz de la prohibida Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). Se suman a esa lista a 11 disidentes condenados a largas penas de prisión y que están en libertad condicional. En Cuba, además, es sistemático el arresto momentáneo de opositores, como el que sufrieron el domingo unas 50 Damas de Blanco, cuando marchaban por La Habana.

Los cubanos se mostraron muy sorprendidos al ver al presidente Castro responder preguntas en la rueda de prensa que fue transmitida en vivo por la televisión estatal. "Es muy significativo oír esto de nuestro presidente, que reconozca que no se cumplen todos los derechos humanos en Cuba'', dijo Raúl Ríos, un chofer de 47 años. "Le han hecho preguntas fuertes a los dos'', agregó Pérez. Marlene Pino, una ingeniera, exclamó: "¡Esto es historia pura! Nunca pensé que vería algo como esto, es difícil de asimilar rápidamente lo que está pasando aquí. Para mí es extraordinario''. En Cuba los medios de comunicación están en manos del Estado. Sólo en los últimos años aparecieron blogs y periódicos alternativos online, pero internet tiene escaso desarrollo.

Cruceros

La línea de cruceros más grande del mundo obtuvo aprobación de Cuba para viajes de “intercambio cultural’’. Con poca oferta de hoteles en Cuba, Carnival, ofrece a viajeros otra opción. Un barco para 704 pasajeros visitará La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba. Los viajeros deben hacer ocho horas diarias de actividad cultural.