Los “tres o cuatro puntos” que destacó el titular de la entidad monetaria sobre las decisiones adoptadas por el directorio del Central implican un incremento en el coeficiente que tienen que dar los plazos fijos con tasa garantizada con respecto al rendimiento de las LEBAC (Letras del Banco Central), una flexibilización en cuanto a qué depósitos pueden tener esas tasas y un estímulo a los depósitos a plazos más largos. “La tasa de interés que va a ser creciente en función del plazo de los depósitos, para que los ahorristas vayan extendiendo” esos plazos, explicó Vanoli. Además, puntualizó, “aumenta de $ 350 mil a un millón de pesos el límite de depósitos de esas tasas garantizadas atadas a las LEBAC, significativamente más altas que la Badlar (tasas para depósitos de más de un millón de pesos)” y se amplía el universo “también a las personas jurídicas (hasta ahora, eran solo para personas físicas), lo que implica un aumento sustantivo para la rentabilidad de los inversores empresas y PYME”. Antes de los anuncios, Vanoli había elogiado el recorrido del sistema financiero desde que “se estableció un piso de tasa de interés para evitar” que el comportamiento de ciertos “sectores financieros” para “instalar la posibilidad de una devaluación fueran en contra de los que quieren ahorrar en moneda nacional”. Además de mencionar como “una variable importante” a “la recuperación de las reservas internacionales”, el banquero insistió en que en “estos nueve meses” quien decidió ahorrar en pesos “en distintos instrumentos ha tenido un rendimiento mayor a los instrumentos en dólares”, lo que, dijo, “fue acompañado con un aumento sostenido de los depósitos a plazo fijo, de más del 41%, y un crecimiento de más de 2 puntos (en la relación) de los depósitos a plazo en el total de los depósitos” del sistema financiero, junto a “una expansión importante del crédito” y un “aumento de la inversión”.