"Existen protocolos de prevención en presos que tienen un perfil suicida. Existe un equipo de psicólogos y psiquiatras para tratarlos y son ellos quienes, al notar alguna actitud que pueda apuntar a que se trate de un paciente con un aspecto depresivo, lo pueden derivar a talleres y charlas que previenen esos estados", reconocieron desde el SPF.
En este sentido, se informó que "los suicidios en contexto de encierro son eventos estresantes tanto para la población penal y sus familiares, como así también para los funcionarios que se desempeñan en los distintos complejos y unidades".
Con relación al relevamiento de la cúpula, se aseguró que "la medida ha sido adoptada con el fin de mejorar la coordinación de las distintas áreas del establecimiento con relación a la provisión de una serie completa de actividades, y para implementar reformas específicas en la alerta temprana de indicadores de suicidios en pos de una rápida detección, intervención y seguimiento de los casos de riesgo".
Además de designar las nuevas autoridades, el Servicio Penitenciario Federal ordenó un sumario administrativo para intentar determinar si existe algún tipo de vinculación entre los casos. "Hay un efecto contagio o dominó (imitación) que se detectó en todas las cárceles del mundo y acá pudo haber sucedido lo mismo. Cabe destacar que con estas directivas se pretende evitar futuros acontecimientos de esta índole, para sostener el descenso de la tasa anual de fallecimiento que se viene evidenciando en el último tiempo", afirmaron funcionarios del organismo.
La seguidilla de muertes de los reclusos de Ezeiza ya había sido advertida por la Procuración Penitenciaria de la Nación. (Infobae).