"Habían cerca de 10 personas, todas convulsionadas. Lo primero que hicimos fue sacarlos a todos afuera y quedarnos con el bebé. En ese momento, él tenía las orejitas moradas y el color no era el habitual. No le escuchábamos los latidos del corazón. Creíamos que ya estaba muerto", relató Rolando a sanjuan8.com. De inmediato, el cabo de la seccional 25° comenzó a hacerle masajes cardiacos. Mientras lo hacía, escuchaba los gritos y llantos de desesperación de la madre que aguardaba un milagro y tuvo un lapsus. Un mal recuerdo lo remontó a casi 4 años atrás. Rolando había ido con su familia al Camping de Rivadavia cuando su beba "Milagros" de dos meses y días, comenzó a llorar desesperadamente. "Luego, el silencio. No lloró más. Creímos que se había broncoaspirado con leche o tal vez fue una muerte súbita. El caso es que me sentí culpable porque no pude hacer nada para salvarla. La reanimación no funcionó"; Rolando, de vuelta a la realidad, se concentró en hacer todo lo que le indicaba la agente Tatiana Mena.
Ella recibía información vital desde el 107 y el COP que le aportaban información sobre los procedimientos. De igual forma, Rolando ya había hecho cursos de primeros auxilios. "Me di cuenta que estaba vivo cuando comenzó a mover las manitos. Su color iba cambiando poco a poco", Benjamín estaba reaccionando, según contó.