La mamá del niño rawsino, según fuentes de Niñez y Adolescencia, cuando ingresó al nosocomio dijo que se había caído de una bicicleta. Con el correr de las horas esta versión fue perdiendo peso, primero porque los médicos rápidamente advirtieron de qué se trataba y segundo porque la propia madre comenzó a cambiar la versión.
Años atrás, Alejandra Ríos, ingresó con Camila casi inmovilizada a una clínica privada y ante los cuestionamientos médicos dijo que la niña se había caído de un caballo. La versión del accidente doméstico quedó sin efecto de inmediato y los mismos profesionales dieron aviso a las autoridades correspondientes.
En ambos casos el compromiso de los médicos fue fundamental para realizar la denuncia y así detener a los agresores. En el caso del nene Oviedo fue su propio padre el acusado y en el caso de la nena del milagro, la pareja de su madre.
Otra coincidencia entre ambos hechos es que ambas mujeres argumentaron su actitud diciendo que eran víctimas de violencia de género.
En el caso de la madre de la criatura que aún se encuentra internada en el hospital de Niños Juan Carlos Navarro, fueron sus propios vecinos que dijeron que ella era víctima de violencia sexista. Los allegados expresaron que en una ocasión la chica intentó pedir ayuda y el agresor, Ramírez, la metió a la fuerza a su casa.
Alejandra Ríos y su defensa contaron en el juicio, que se realizó hace un año atrás, que era obligada a mantener relaciones sexuales con Pedro Oris y que horas antes de la golpiza había sido asfixiada. Esta mujer fue condenada por Abandono de persona agravado por el vínculo y coautora de las lesiones de la niña. Recibió 6 años de prisión y días atrás revieron el fallo y le duplicaron la condena a 10 años. En el caso del nene de Rawson interviene el Cuarto Juzgado de Instrucción y hasta el momento no hay mayores novedades.